Iván Siucho, colaborador eficaz en el caso Los Waykis en la Sombra, dio detalles del secuestro del que fue víctima el último viernes ante la Fiscalía de Surco. En la declaración a la que accedió La República, confirma que los secuestradores, incluidos 2 policías, buscaban perjudicar su colaboración en la investigación del Eficcop contra Nicanor Boluarte y su exabogado Mateo Castañeda.
Siucho dice que los secuestradores ingresaron a su domicilio en Surco debido a que supuestamente estaban interesados en adquirir una máquina pesada para minería, que es la actividad a la que se dedica su empresa Quantico Servicios Integrados. Narró que días antes del secuestro lo contactó una persona que se hacía llamar “Sebastián” para concretar una reunión para el mediodía del 23 de agosto, pero este no acudiría. Iría un sujeto de nombre “Enrique”, al que luego se sumarían “Christian Huamaní”, el padre de “Huamani” y otras 3 personas más.
“Me percato que el supuesto papá del señor ‘Huamani’ llevaba un maletín. En ese momento cuando este sujeto sacó un arma de fuego, apuntándole a mi novia señalando: ‘ya te cagaste soplón, con******, somos de la Policía’”, dijo. Otro sujeto sustrajo los celulares de él y su pareja, que era amenazada de muerte por “Huamani”.
Luego, narra Iván Siucho, lo obligaron a filmar un video con dos “barras brillosas” que estaban en el maletín. “Me dieron instrucciones para yo decir que el dinero y las 2 barras brillosas eran de mi propiedad. Después el sujeto conocido como ‘Huamani’, quien tiene como característica particular ser pelado, me dijo: ‘Con este video te vamos a joder, te vamos a quitar tu calidad de colaborador en el caso Los Waykis’”, contó.
Entonces, los secuestradores, narra Siucho, empezarían a exigir dinero para “arreglar”. Incluso, uno de los sujetos le mostraría una foto de él y de su hermano Eduardo Siucho. “Tú estás cagao’, tú y tu hermano ya tienen procesos así que es mejor que bajes a arreglar (con el jefe de los secuestradores), que dejes de estar hablando y colaborando con la Fiscalía”, le dijo uno de los desconocidos, según su versión.
Siucho salió de la vivienda en custodia de sus secuestradores. En el trayecto le dijeron que “no haga huevadas”, sino atentarían contra su vida y la de su novia. En el primer piso, relata, lo hicieron hablar por teléfono con el jefe de los delincuentes, quien exigió un pago de 50.000 dólares para que eliminen el falso video incriminador.
Luego, al afirmar que no contaba con la cantidad exigida, Siucho fue subido bajo amenazas al vehículo de los secuestradores para supuestamente encontrarse con el jefe en la “base ubicada en Aramburu”. Luego se le informó que se le llevaría cerca al peaje Las Palmeras, pero el conductor no se detuvo ahí.
“Le dije a mi custodio ‘oe qué está pasando’. Ahí me responde que no siga colaborando con la Fiscalía, (que) me iban a dar vuelta. De la salida de mi casa hasta el peaje habrán transcurrido 15 minutos de recorrido aproximadamente, en tanto que del peaje hasta un recorrido de 15 minutos por toda la Panamericana Norte, antes de llegar a Habich lo llaman a mi custodio, quien me dijo que había una intervención en las afueras de mi casa”, dijo Siucho.
El auto tomó la ruta de regreso a Surco. Los secuestradores le dijeron que, al llegar a su casa, tenía que decir a las autoridades que los cómplices que se quedaron en el departamento estaban de visita, con el objetivo de que no sean detenidos y que “ya no siga colaborando con Fiscalía, sino regresarían a darme vuelta”.
Lo dejarían en libertad a la altura del local de Celima, tomó un taxi y regresó a su domicilio. Ya en su hogar, Siucho toma conocimiento que los secuestradores intentaron que su pareja pague una suma de dinero para que sea liberado.
Al final de su declaración, Iván Siucho niega que esté involucrado en la venta de oro ilegal, tal como aventuradamente dieron a entender el ministro Juan José Santiváñez y el comandante de la PNP. “Lo niego rotundamente ya que eso afecta a mi honor por no ser cierto”, aseveró.