Gaza: la guerra es contra los civiles, por Diego García-Sayán

Mientras la incesante y devastadora guerra de Israel contra Gaza entra en una nueva y más violenta fase, cada vez más personas dentro del propio Israel se manifiestan en contra de lo que viene haciendo Netanyahu.

“¡Estado paria!”: Yair Golan, político de izquierdas y excomandante adjunto de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), generó polémica el lunes al afirmar que "Israel va camino de convertirse en un estado paria, como lo fue Sudáfrica, si no volvemos a comportarnos como un país sensato".

"Un estado sensato no libra una guerra contra civiles, no mata bebés por afición ni se fija el objetivo de despoblar a la población", declaró en un popular programa matutino de noticias de la radio pública israelí. Respuesta del primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, calificó estos comentarios como un "libelo de sangre".

Destrucción, muertes, hambruna.-

El 92 % de las viviendas en la Franja, territorio palestino de acuerdo al derecho internacional, han sido dañadas o destruidas, anunció la semana pasada la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA).

Además de la destrucción sistemática de colegios, viviendas, hospitales, cableado eléctrico y tuberías, los 2,2 millones de gazatíes nunca antes han estado tan confinados como ahora, pese a que la Franja -con solo 365 km2- constituía uno de los lugares más densamente poblados del planeta.

Menos del 5 % de las tierras cultivables siguen disponibles, según la evaluación geoespacial de la FAO. Y cerca de medio millón de gazatíes afronta hambruna, de acuerdo con el último informe del IPC, el panel internacional de expertos en hambruna que asesora a las Naciones Unidas.

Política considerada como continuos crímenes de lesa humanidad, limpieza étnica y actos de genocidio, por los analistas y organizaciones solventes como Human Rights Watch (HRW). Incesantes ataques y el bloqueo por Israel ya se han convertido, de hecho, en una “herramienta de exterminio”, añadió, refiriéndose al veto de alimentos y ayuda humanitaria.

Perú y América Latina.-

La sostenida y expansiva guerra israelí contra Gaza y sus habitantes y la ocupación de territorios palestinos, en violación del derecho internacional y de claras resoluciones que se viene adoptando en la ONU desde 1967, desde hace 58 años, es un tema muy serio para todo el mundo, no sólo para el medio oriente. Yen ello América Latina, en su gran mayoría ha actuado coordinadamente y en concordancia con el derecho internacional.

Desde la primera resolución al respecto, la Resolución 242 adoptada en 1967 cuando al entonces ex canciller Enrique García Sayán, mi padre, por designación del presidente Belaúnde le correspondió representar al Perú en  la Asamblea General, luego de la guerra de los seis días. La Resolución 242, propuesta por el Perú, entre otros, estableció los principios básicos para una paz justa y duradera en la región, incluyendo la retirada israelí de los territorios ocupados en 1967. 

Desde esa fecha la Asamblea General reconoció -repetidamente- el derecho a la autodeterminación, la independencia y la soberanía nacionales del pueblo palestino y la obligación de Israel de retirarse del territorio ocupado. En todos estos casos el voto del Perú y de la mayoría de países latinoamericanos convergió y coincidió.

Inexplicable inacción y silencio.-

Con al recrudecimiento y prolongación de la agresión militar contra la población y el territorio palestino, llama severamente la atención la inacción diplomática latinoamericana. 

La Asamblea General ha aprobado anualmente resoluciones sobre la cuestión de Palestina, que generalmente reiteran las llamadas a la retirada israelí, la resolución del conflicto y la necesidad de una solución de dos estados. Dentro de ello, toda América Latina viene votando, en su gran mayoría, desde 1967  a favor de las resoluciones que claman por la desocupación de los territorios ilegalmente ocupados militarmente por Israel desde 1967.

La situación actual evidencia la necesidad urgente de que toda América Latina y la comunidad internacional, en general, actúen ya. Con coherencia y en una clara dirección: renovar la esencia de la resolución de 1967 que establece las fronteras basadas en los límites previos a la ocupación israelí de ese año y promueve una solución de dos Estados como la vía más viable para la paz duradera en la región.

Más adelante, varios líderes israelíes tendrán que rendir cuentas por genocidio cuando las armas contra Gaza, finalmente, se callen. Los líderes de Hamás vivirán en la infamia. Atacaron comunidades fronterizas israelíes el 7 de octubre de 2023 y, cuando Israel, como era previsible, tomó represalias, básicamente ofrecieron a los civiles de Gaza como sacrificio humano colectivo.

¡Acción ahora!

¡A la acción ahora! Se sabe que el gobierno del Perú está prácticamente colapsado por su impericia y por su atadura al corrupto Congreso. Pero hay una historia que compromete honrosamente el nombre del Perú y el profesionalismo de una cancillería, hoy encabezada por un calificado profesional. ¡A la acción, pues!

América Latina puede -y debe- llamar a la comunidad internacional a actuar condenando la violencia y la ocupación, y una campaña por el cumplimiento del derecho internacional, incluyendo la implementación de la resolución 242 de la ONU, que reconoce los derechos del pueblo palestino y la necesidad de retirar las ocupaciones territoriales.