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Opinión

Caballo por liebre, por Eliana Carlín

"El actual modelo coloca el 30% del presupuesto del programa en gastos logísticos, dejando solo el 70% en la compra de alimentos". 

larepublica.pe
Eliana Carlín

En medio del desarrollo del Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico se viene discutiendo la evidente falta de preparación de Lima y del país en general para recibir a las economías miembro. Para que se lleve a cabo la reunión que congrega a las economías más dinámicas del mundo, con la improvisación que caracteriza esta gestión, se paralizaron las clases presenciales de 2,4 millones de escolares. Resulta paradójico que se decida sacar a los estudiantes de las aulas para que se desarrolle un evento que -se supone- promueve la competitividad, el desarrollo y el cierre de brechas.

Pero el cierre de escuelas no es el único problema referido a la niñez que estamos viviendo en las últimas semanas. Dos graves denuncias periodísticas han puesto sobre la mesa la condición en que suelen llegar los desayunos escolares a los estudiantes más pobres del país. Si bien estos productos enlatados llegan a través del programa Qali Warma, es importante mencionar que las entidades estatales solo pueden comprar aquello que está autorizado por la institución a cargo de certificar la inocuidad de los alimentos, es decir, la Digesa.

No solo se ha reportado el envío de latas de la empresa Frigoinca en mal estado, con la consecuente intoxicación alimentaria de los niños y niñas, sino que además se ha comprobado que han hecho pasar carne de caballo, por carne de res. ¿Qué puede estar ocurriendo para que Digesa autorice la comercialización de los productos de la empresa Frigoinca, que llegan en la situación que ha sido documentada en el programa Cuarto Poder? Muchas respuestas pendientes sobre esta situación que se ,inició en el año 2018, cuando el señor actual “vocero” presidencial, Fredy Hinojosa, era director ejecutivo de Qali Warma.

La alimentación escolar no puede ponerse como último punto de agenda, y es una inmoralidad que se le dé caballo enlatado a nuestra niñez vulnerable en el país del “boom gastronómico”. Es necesaria una reestructuración del programa de alimentación escolar Qali Warma, que ponga al estudiante al centro. El actual modelo coloca el 30% del presupuesto del programa en gastos logísticos, dejando solo el 70% en la compra de alimentos. Los gastos logísticos incluyen almacenamiento y distribución, y no hay presupuesto destinado a preparación de los alimentos. Con un cambio en el diseño del modelo, que incluya la compra de alimentos en comercios locales, se puede incrementar la inversión en alimentos del 70% actual al 81%, dejando el 19% de presupuesto para preparación. Esta es solo una propuesta que se viene barajando, pero que nadie discute, porque, al parecer, la niñez vulnerable del país sigue siendo la última rueda del coche. Alimentar mal a nuestros niños es lo que nos hará perder competitividad y nos condenará a ser un país en eternas vías de desarrollo.