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Opinión

Microbioma y microbiota, los aliados para la salud y la vida, por Moisés Barrantes

Para conectarse y conocer el mundo externo, el humano posee los órganos de los sentidos y al vivir inmerso en un mundo microbiano, estos pequeños seres se incorporan a nuestro cuerpo, que es considerado como un superorganismo. S

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Los seres humanos vivimos rodeados de microorganismos, millones de los cuales se alojan en nuestro cuerpo, especialmente en el sistema digestivo. Mediante la evolución hemos aprendido a establecer relaciones de no agresión con varios de ellos, principalmente con bacterias y parásitos, que se encuentran en el ambiente físico o en tejidos de animales y plantas. Son microbioma y microbiota.

El microbioma está compuesto por microorganismos, más los genes que poseen, más las sustancias que producen y el ambiente en que viven. El ambiente lo conforman nuestro cuerpo, suelo, animales y plantas. Se produce relación de interdependencia, que es bidireccional, entre el ser humano, microorganismos y ambiente. Esta relación resulta necesaria para la salud y vida de los seres vivos. Con la evolución se alcanza equilibro adecuado.

Por otro lado, el microbiota está conformada por microorganismos diversos, ellos son virus, bacterias, parásitos, hongos y otros. En el ser humano los microorganismos se ubican en la piel, fosas nasales, boca, tracto gastrointestinal, genitales y vía urinaria externa. En el tubo digestivo viven millones de estos pequeños seres, algunos son patógenos, es decir, pueden causar enfermedad, los cuales son enfrentados por los microorganismos protectores. Estos últimos seres establecen relación simbiótica con el ser humano.

Para conectarse y conocer el mundo externo, el humano posee los órganos de los sentidos y al vivir inmerso en un mundo microbiano, estos pequeños seres se incorporan a nuestro cuerpo, que es considerado como un superorganismo. Se establece relación simbiótica, de beneficio mutuo, pues favorece al ser humano y a los microorganismos. Se afianza la conexión entre el ambiente externo con el interior del cuerpo humano. Hay harta interrelación.

 En el intestino, el microbiota ocasiona incremento marcado de la capacidad metabólica humana, lo que permite realizar diversos procesos orgánicos, que son necesarios para la vida. Se realizan los siguientes procesos: digestión de componentes de la dieta, como las fibras, modulación y entrenamiento del sistema inmune, producción de sustancias, ejemplo algunas vitaminas, mejora del estado de ánimo, disminución de la inflamación crónica y alcanzar mayor tolerancia a los alimentos.

Al entender que el microbiota constituye uno de los principales aliados para la salud y la vida, es de suma importancia realizar acciones para robustecer su presencia en nuestro cuerpo. Por eso se recomienda estar en contacto con la naturaleza, con las mascotas y con otras personas y tener alimentación adecuada. Igualmente, es conveniente incorporar alimentos con prebióticos. Como cebolla, ajo, brócoli, col, menestras y frutos secos. Una buena recomendación es comer poco los alimentos procesados.

Cierto es que en el interior de nuestro cuerpo, los tejidos, están libres de microorganismos, pero no están libres de las sustancias que producen dentro del sistema digestivo, fluidos y moléculas, que atraviesan la barrera intestinal; las sustancias, se  incorporan al torrente sanguíneo, llegando a diversos órganos, entre ellos el cerebro, que tiene gran comunicación con el intestino (segundo “cerebro”) Este órgano responde y envía mensajes al intestino, es la respuesta neuro-psíquica.

De suma importancia para nuestra salud y vida, es conocer el ambiente en el que vivimos, identificar los seres que están en este ambiente, entre ellos los microorganismos que son intermediarios que viven en nuestro cuerpo y, por supuesto, debemos conocer   la estructura y funcionamiento del organismo. Así podríamos realizar acciones que nos favorecen y también a nuestro microbiota aliado.