La denuncia del suboficial de la PNP es dramática e incomprensible. Una tradición de golpizas y maltratos a los novatos policiales se convirtió en una violación sexual en la que participaron sus propios compañeros, quienes actuaron en manada y ante los ojos impasibles de personal de mayor rango. Esta denuncia la formalizó la víctima ante autoridades judiciales competentes y fue reproducida por el programa dominical ‘Cuarto poder’. No solo es una historia indigna de quienes dicen llamarse policías, sino que revela la actuación dolosa e infraterna de los superiores, a quienes únicamente les preocupó el escándalo e hicieron todo lo posible por ocultarlo.
En una instalación policial en la que pernoctan los suboficiales, se produjo un ataque en manada contra uno de sus compañeros. Lo golpearon, le taparon el rostro, lo atacaron con tablas y lo vejaron colectivamente.
El suboficial planteó su reclamo en diversas instancias. En todas le recomendaron que no hiciera nada. Unos incluso llegaron a pedirle que piense que los agresores tenían familia y le sugirieron hacerle una bolsa de 3.000 o 4.000 soles para que olvide el trágico suceso. Según la víctima, se trata de una práctica que se desarrolla cada año, con las promociones que ingresan y que reciben malos tratos y agresiones como si se tratara de una “tradición”. Cabe anotar que ya existen normas muy claras para impedir estas muestras de barbarie, que colocan a los jóvenes graduados en situación de alta vulnerabilidad frente a todo tipo de agresiones.
En el caso del suboficial, todavía parte de “la manada” que lo vejó se encuentra trabajando como si nada hubiera ocurrido. Solo dos integrantes están bajo reja.
Luego de haber visto al ministro del Interior pasearse por los medios para consolidar su iniciativa para desaparecer la Diviac y agravar la situación del coronel Harvey Colchado, sería bueno conocer qué medidas está adoptando para evitar que en el propio recinto policial se cometan este tipo de abusos y violaciones de los DDHH. En otros países, conocer esta clase de vejaciones ya habría producido la caída por lo menos del ministro y las autoridades policiales. Acá hay patente de corso para los amigos y abogados de Dina Boluarte.