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Opinión

Forjando a los futuros candidatos

La mandataria y su hermano creen que expulsando a los críticos han ganado. Craso error.

larepublica.pe
EDITORIAL

La semana culmina con la verificación de una purga interna del aparato del Estado y con el anuncio de la separación de un funcionario de una entidad independiente del Ejecutivo, que ha sido presionada para lograr que se cumpla con la consigna de la ministra de Vivienda. Esta salida se suma a la ocurrida en el caso de Harvey Colchado y de sus 15 compañeros de la Diviac, contra quienes también se extiende el brazo negro de la revancha.

Colchado es sin duda un buen funcionario público, con una clara vocación de lucha contra la corrupción y con un expediente que muestra con hechos que ha cumplido con el mandato judicial en cada caso que le ha correspondido encabezar, pero ahora es víctima por el simple hecho de actuar correctamente.

El caso de Rudecindo Vega, gerente general de Conafovicer, institución independiente con mayoría de representantes de la Federación de Trabajadores de Construcción Civil y Capeco, es muy ilustrativo. Esta entidad tiene un representante del Ministerio de Vivienda, que la preside. Ya existía una carta de la ministra Hania Pérez de Cuéllar requiriendo que el gerente general se abstuviera de criticar al Gobierno y en especial a la presidenta Boluarte. En el último directorio, ese criterio se impuso logrando la separación de Rudecindo Vega de su cargo. Para lograr que los otros representantes aceptaran, se planteó una serie de mecanismos que el Ministerio de Vivienda ha activado para alinear a los demás representantes con su consigna.

No solo es una directa intromisión en un organismo que no forma parte del eje estatal. Es una violación de los derechos de Rudecindo Vega a la libre expresión. Es una grave conculcación de libertades sindicales. Y es el uso del chantaje para lograr este resultado.

Este nuevo alineamiento alrededor de la mandataria y su hermano parece el único pasaporte que se requiere para seguir manteniendo el cargo y la posición privilegiada en el Ejecutivo. Hablar bien de ella, retumbarle aplausos y bailar a su son parecen ser los únicos requisitos. No entienden que ser víctimas de persecución del Gobierno actual puede catapultar candidaturas de oposición. Harvey Colchado y Rudecindo Vega pueden ser estos casos.