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Opinión

¿Qué podemos hacer ante la violencia extrema y la inseguridad ciudadana en el Perú?, por Mesías Guevara

“Su construcción debe ser genuina, coherentes con nuestra realidad, y no dejarse llevar por la tentación de importar modelos extranjeros”.

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Inseguridad ciudadana en Perú | LR | LR

Todos los días amanecemos y nos acostamos con los noticieros que dan cuenta de la inseguridad ciudadana. Nos levantamos y nos ponemos a dormir con la sombra de la violencia extrema expresada a través del feminicidio, extorsión, sicariato, violaciones, asalto a mano armada, delitos informáticos y arrebatos de celulares.

La inseguridad además de incertidumbre provoca problemas de salud mental en la población. Una encuesta reciente de Ipsos refleja que el 63% de encuestados,manifiestan que la inseguridad se ha agravado en los últimos doce meses y que el 87%, afirman que se sienten inseguros cuando transitan por la noche. Por otro lado, la búsqueda de seguridad se ha convertido en un negocio que golpea la economía de los vecinos y discrimina a los que no pueden pagar un servicio de vigilancia ciudadana.

La cuestión de cómo afrontar este flagelo, sin lugar a duda tiene que responder a un plan con estrategias y tácticas en el corto, mediano y largo plazo, bajo el liderazgo de la presidencia de la república, que ordene las acciones desde el Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana que, en cascada, llegue a las regiones, provincias y distritos.  

Sin embargo, el punto de partida debe ser que tenemos que asumir que la seguridad ciudadana es tarea de todos: de los ciudadanos y de las instituciones gubernamentales y privadas. Y la reacción pasa primero por la prevención.

Podemos mencionar algunas medidas preventivas como las educativas, deportivas, recreacionales, generación de empleo, así como las de represión, como aquellas que implican combatir en el corto plazo a las bandas criminales.

El plan de seguridad ciudadana debe responder a la implementación de un modelo que involucre a los grupos de intereses. Quienes deben estar comprometidos en esta tarea son el ministerio del interior, la policía nacional, el serenazgo, fiscales, jueces, vecinos, alcaldes, gobernadores regionales y congreso de la república. Por supuesto, la actuación debe enmarcarse en la ley y la constitución, actuar con seriedad y dejar de lado el discurso bravucón. Asimismo, su construcción debe ser genuina de acuerdo con nuestra realidad, y no dejarse llevar por la tentación de importar modelos extranjeros.

¿Cómo mejorar la inseguridad ciudadana?

Entre las medidas urgentes a implementar encontramos las legales que, de manera consensuada entre el congreso de la república, los ministerios de justicia e interior, ministerio público y poder judicial deben formular y aprobar como el uso los grilletes electrónicos, y establecer penas más severas. 

Paralelamente, la reorganización de la policía nacional en base a lo moral es fundamental, ya que se necesita contar con una policía honesta y capacitada para investigar.

Considero que fortaleciendo a la inspectoría, consolidando a los cuerpos de inteligencia con los de criminalística, siendo estrictos en los exámenes de admisión en la escuela de oficiales y escuelas de suboficiales y premiar la excelencia y el sacrificio de sus miembros mejorando sus condiciones salariales y laborales son cuatro acciones que se requiere implementar pronto.

La participación de los ciudadanos es fundamental y debe canalizarse a través de las juntas vecinales, rondas campesinas y rondas urbanas. Aquí el liderazgo de los gobernadores y alcaldes y de su equipo es más que necesario. Los equipos de seguridad deben ser constituidos de acuerdo con cada realidad territorial y diferenciando las ciudades metropolitanas, de las intermedias y pequeñas. Las comisarías deben ser parte de los barrios y -en reciprocidad- deberían recibir el apoyo de los vecinos.

El uso intensivo de los sistemas de videovigilancia y el botón de pánico son necesarios, pero acompañado de la actuación y de una identificación de los puntos críticos que reflejan altos riesgos. El uso de cámaras con reconocimiento facial conectadas a bases de datos nos permitirá reconocer y hacer seguimiento a personas sospechosas.  La computación debe permitirnos realizar una gestión de denuncias, para lo cual debemos dotar de conectividad digital a las comisarías.

Garantizar la seguridad ciudadana es garantizar la paz social y mental de nuestra sociedad, constituye un derecho fundamental que el Estado debe velar y cumplir.