A los investigadores nos evalúan principalmente por nuestra autoría en artículos científicos, libros y patentes.
Para ser autor de un artículo científico, la persona debe (1) haber participado en el desarrollo de la investigación (idea, diseño, ejecución o análisis), (2) haber redactado el manuscrito o contribuido significativamente, (3) aprobar la versión final y (4) hacerse responsable del contenido.
Cuando alguien que no cumple los criterios y aparece en la lista de autores se llama autor regalado, y es considerado una falta ética en investigación.
Usualmente, esta autoría regalada está vinculada a relaciones de poder, donde el grupo de autores incluye a un superior a ellos en su organización por presión, quien podría haber participado en algo sin cumplir todos los criterios de autoría. Hay casos donde agregan a familiares o amigos para “ayudarlos” en sus carreras científicas.
Todas estas son malas prácticas científicas.
Recientemente, se han descubierto mafias internacionales y también locales (ver hoy reportaje de Punto Final) que venden al mejor postor una posición de autor en artículos científicos. Esta es una evolución de la autoría regalada a autoría comprada.
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La compra de autorías es realizada por investigadores bamba que buscan ser reconocidos como investigadores por el Concytec para poder acceder al bono de docente investigador que da el Ministerio de Educación a docentes ordinarios de universidades públicas, o lograr los bonos por publicación o el cumplimiento de exigencias laborales en universidades privadas.
Lamentablemente en la propuesta de infracciones y sanciones a investigadores que ha difundido Concytec, aun en consulta pública, no incluye a la autoría comprada como una falta y la autoría regalada la tipifica solo como una falta leve.
Esto sin duda debe ser revisado pronto, pues ser investigador bamba debe ser una falta muy grave.