Tras año después de la desaparición de tres niños cerca de sus casas en la favela de Morro do Castelar de Rio de Janeiro (Brasil), la Policía acusó a narcotraficantes de la facción de Comando Rojo (CV) por ser resposables del asesinato a menores de edad por robar un pájaro ornamental.
Las investigaciones concluyeron que los tres menores fueron condenados a una sesión de tortura tras ser acusados de robar el “passarinho” de uno de los criminales. “Fueron torturados (...). En algún momento uno de ellos muere y piensan que la solución es matar a los otros dos y llamar a alguien para que saque los cuerpos de la comunidad”, señaló Uriel Alcântara, jefe de la Comisaría de Homicidios de la Baixada Fluminense.
Los narcotraficantes acusados actúan en la favela Castelar, una deprimida comunidad localizada en la zona metropolitana de Río donde la Policía realizó el último jueves un operativo para cumplir 56 órdenes de captura de personas vinculadas con el crimen, de las que más de una treintena fue cumplida por las autoridades.
Cinco miembros de esa facción, entre ellos una mujer conocida como “Tía Paula”, fueron acusados formalmente del triple homicidio, tres de los cuales murieron durante la acción policial y otro escapó.
Las investigaciones señalaron que la idea inicial de los delincuentes era agredir a los niños, como forma de corregirlos. Sin embargo, tras la muerte del primero por la paliza, decidieron ejecutar a los otros.
No obstante, las autoridades desconocen cuál de ellos murió a golpes, pues los cuerpos fueron transportados en carro y arrojados en bolsas a un río cercano y aún continúan desaparecidos.
Los tres menores desaparecidos, de 8, 10 y 11 años de edad, salieron a jugar el 27 de diciembre del año pasado por los alrededores del Castelar.
Ellos forman parte del elevado número de menores adolescentes desaparecidos en Brasil, según datos oficiales. En el gigante suramericano se desconoce el paradero de unas 80.000 personas y, de ese total, se calcula que más del 36 % corresponde a menores de edad, en su mayoría adolescentes.
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Hay pocas señales de que el conflicto de drogas de la ciudad, que duró décadas, esté llegando a su fin. Un proyecto de “pacificación” policial diseñado para recuperar el control de las favelas antes de la Copa del Mundo de Brasil 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016 se ha desintegrado en gran medida. Solo este año se han reportado al menos 4.386 tiroteos en Río, según el grupo de monitoreo de violencia Fogo Cruzado. Han muerto más de 1.000 personas.
Con información de EFE