El martes 15 de septiembre, el gigante sueco de la moda H&M anunció que rompía toda relación con un productor de hilo chino debido a acusaciones de trabajo forzado que involucran a la minoría uigur de la provincia china de Xinjiang.
La compañía precisó que no trabajaría con ningún fabricante de ropa de la región y que ya no obtendrían algodón proveniente de Xinjiang (noroeste), zona más grande de producción de algodón en China.
Un informe del grupo de reflexión Australian Strategic Police Institute (ASPI), publicado en marzo, señaló a H&M como uno de los beneficiarios del programa de trabajo forzado a través de su relación con Huafu, fabricante de hilo teñido que posee una fábrica en la provincia de Anhui (este de China).
En un comunicado, H&M aseguró que no mantiene ninguna relación con esta planta de Anhui ni con las operaciones de Huafu en Xinjiang.
Pero el grupo sueco reconoció que tenía una “relación comercial indirecta con una planta” situada en Shangyu, provincia de Zhejiang (sur), que pertenece a Huafu Fashion.
“Aunque no hay ninguna señal de trabajo forzado en esta planta de Shangyu, y a la espera de tener más información sobre estas acusaciones, hemos decidido eliminar progresivamente la relación comercial con Huafu Fashion Co, independientemente de la situación y de la especialidad, en los próximos 12 meses”, añadió.
El grupo afirmó que realizará “una investigación en todas las fábricas de ropa con las que trabaja en China”.
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Los uigures, musulmanes de habla turca, constituyen el principal grupo étnico de Xinjiang, inmensa región que tiene fronteras comunes con Afganistán y Pakistán.
Los países occidentales y numerosas organizaciones internacionales acusaron a Beijing de perpetrar una persecución a gran escala contra los uigures y de haber internado arbitrariamente en campos de reeducación a más de un millón de musulmanes de Xinjiang.