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Mascotas

Bobi, el can más longevo del mundo, y su secreto para llegar a los 31 años de edad

En un pequeño pueblo de Portugal vive Bobi, el perro más viejo de todos los tiempos. ¿Cómo ha sido el ciudado de este can a través de los años?

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Bobi, el can portugués que nació en mayo de 1992. Foto: Composición LR/ AFP/ Guiness World Records

Bobi acaba de cumplir 31 años. Este can macho nació en mayo de 1992 en un pueblo de Portugal y ya destronó en el título del perro más longevo vivo del mundo por Récord Guinness a Spike, una mezcla de chihuahua de 23 años de Ohio. Su historia de vida sin duda es sorprendente, puesto que casi no sobrevive cuando era un cachorro. Pero, ¿cuál es el secreto de su longevidad?, ¿qué come? Muchas son las preguntas que surgen tras saber que es el sabueso más viejo jamás registrado en el planeta. En esta nota conocerás cómo vive y de qué se alimenta Bobi.

¿Cómo vive Bobi, el can más longevo del mundo?

Bobi ha vivido toda su vida con la familia Costa en la aldea rural de Conqueiros, en Leira, Portugal. De raza Rafeiro do Alentejo o mastín portugués, un tipo de perro guardián de ganado con una esperanza de vida media de 12 a 14 años. A pesar de sobrepasar esta cifra, este can casi fue enterrado cuando aún era cachorro, pues "era una costumbre que las personas mayores que no podían tener más animales en casa (…) enterraran a los animales en un agujero para que no sobrevivieran", explicó su dueño, Leonel Costa.

Bobi, a la edad de siete años (1999). Foto: Guiness World Record

¿De qué se alimenta Bobi?

"Si Bobi hablara solo él podría explicar esto", dijo Leonel al mencionar las razones de la longevidad de Bobi, pues poco se sabe por qué los canes exceden su esperanza de vida. Según Costa, uno de los factores que más contribuyen es el "entorno tranquilo y pacífico" en el que vive Bobi, "lejos de las ciudades". Bobi nunca ha estado atado a una correa, y siempre ha disfrutado de la libertad en los bosques y tierras de cultivo que rodean la casa de su familia. Con respecto a su dieta diaria, Bobi siempre se alimentó de comida humana. "Lo que comíamos nosotros, lo comían ellos también", explica Leonel y cree que esto ha sumado en gran medida a la longevidad de su can. Además, siempre bebe mucha agua (alrededor de un litro al día), lo que le hace orinar varias veces, según comenta el encargado de la mascota.