Un alimento esencial para el ser humano es el hígado. Este órgano comestible aporta vitaminas y minerales. Asimismo, esta víscera es utilizada también como merienda para las mascotas en la casa, generalmente para los perros. Pero ¿es adecuado darle hígado de pollo a nuestros canes?
Para resolver esta duda cotidiana, desde La República contactamos a la veterinaria Ana Martínez, quien explicó el funcionamiento del hígado de pollo en la alimentación canina.
“Los perros sí pueden comer hígado de pollo, tanto crudo como cocido. Como ejemplo, ahora una tendencia alimenticia en los canes es la dieta B. A. R. F. (siglas de biologically appropriate raw food, o alimentos crudos biológicamente apropiados, en español), que incluye, como parte fundamental, las vísceras, ya que es una fuente natural de nutrientes por su alto contenido de proteínas; además, aporta grasas y ácidos grasos omega-3 y omega-6, vitamina A y B, además de cobre, hierro, zinc, fósfor y niacina”, precisó la doctora Martínez.
La especialista recordó que “es muy importante que este tipo de dietas con productos naturales sea clasificada, prescrita y validada por un médico veterinario y medico nutricionista veterinario”.
“La cantidad de hígado va a depender del tamaño, peso, estado y actividad física que este (el animal) realice (dado que debemos conocer la cantidad de calorías diarias que debe comer la mascota)”, precisó Martínez.
La especialista comentó que, además de la clásica comida en croquetas para los canes, ahora se suele alimentarlos con diversas carnes extravagantes que pueden ir en dietas recomendadas por nutricionistas veterinarios.