Las redes sociales tienen un peso muy importante en la sociedad actual, ya que suponen un sistema de distribución inmenso y disponen cada una de ellas de millones y millones de usuarios.,En los últimos años hemos podido apreciar como el email marketing es una de las herramientas de fidelización más potentes dentro del marketing digital. Por el otro lado, las redes sociales tienen un peso muy importante en la sociedad actual, ya que suponen un sistema de distribución inmenso y disponen cada una de ellas de millones y millones de usuarios. Es por eso, que a día de hoy en una empresa el email marketing y las redes sociales deben integrarse e ir de la mano, para conseguir así la mejor estrategia de comunicación. Como dice la frase de Simon de Bolívar del título, la unión hace la fuerza. En este artículo analizaremos las cualidades de cada una de las dos herramientas y estudiaremos cómo deben anexionarse para llevar a cabo un excelente plan de comunicación. ¿Cómo combino el email marketing y las redes sociales? Las redes sociales nos rodean y hay muy poca gente que viva al margen de ellas, por lo tanto es uno de los instrumentos clave a tener en cuenta a la hora de elaborar una estrategia de comunicación de cualquier ámbito. Hay gran cantidad de redes sociales a día de hoy pero las más relevantes y en las que debemos centrarnos son Facebook, Twitter, Instagram, Youtube, Google Plus, Linkedin y Pinterest. Las redes sociales se actualizan diariamente y por lo tanto se requiere constancia en ellas. A diferencia de la newsletter que solo llega a aquellos que ya se han interesado por nosotros, las redes sociales tienen una visibilidad global, toda persona con acceso internet puede acabar allí, de manera que el objetivo principal de ellas es generar conocimiento de marca. Cuando alguien llega a alguna de nuestras redes, debe encontrarse con contenido que le atrape y que le anime a inscribirse a nuestro boletín. Las estadísticas dicen que de todo el contenido que una compañía publica en las redes sociales solo el 25% de este debe ir dedicado al contenido promocional, el resto deben ser posts destinados a generar marca. Es decir, publicar noticias interesantes del ámbito que rodea a la empresa, elaborar sorteos, crear tutoriales, anunciar eventos… y muy importante, de vez en cuando enseñar la cara humana de la empresa. Dar a conocer quiénes son, colgar fotos en la oficina, para romper la distancia entre la marca y el usuario. En las redes sociales se publica mínimo un contenido por día, en cambio las campañas de marketing se envían cada quince días o cada mes. Los posts de las redes sociales pueden ser mucho más específicos (tienes más información: edad, género, gustos), ya que aparte de ser más económicos, la frecuencia lo permite. Pero a diferencia de las redes, las campañas de emailing son mucho más personales e íntimas, ya conoces los datos del destinatario y puedes llamarle por el nombre. Apelan más al usuario y son una buena manera de generar nuevos clientes que probablemente han sentido interés por nosotros en alguna red social. Estudios demuestran que si se une el email marketing a las redes sociales, el ratio de efectividad se incrementa hasta un 30%. En las redes sociales los usuarios pueden interactuar de manera muy fácil con la empresa, ya que solo es necesario comentar un post, imagen o video. La empresa debe ser un ente activo, es decir, contestar a todo aquello rápidamente, ya sea bueno o malo. Que el usuario vea que hay un ser humano y no algoritmos detrás de la pantalla. En las redes se nos permite ser un poco más “agresivos”, por ejemplo en Twitter o Instagram podemos seguir e interactuar con influencers de forma directa y comentar y debatir temas. De esa manera nuestra empresa se muestra de una forma muy diferente a una publicidad de promoción u oferta. Como diría Henry Ford Llegar juntos es el principio. Mantenerse juntos, es el progreso. Trabajar juntos es el éxito. Debemos integrar ambas herramientas para conseguir el éxito, y esto se traduce en añadir en nuestra newsletter los botones de las redes sociales, que se pueda derivar a ellas de manera fácil. También tenemos que publicar contenido de ellas en la campaña, para conseguir así más seguidores y visibilidad. A la vez las redes sociales se pueden retroalimentar, publicar contenidos de nuestro canal de Youtube en Facebook, o una foto de Instagram en Twitter. Las redes sociales por su parte también deben incentivar a la suscripción de la newsletter. Un buen ejemplo de es usar Facebook Tabs. Gracias a ellas podremos recoger las direcciones de email de los interesados a suscribirse. Con ambos instrumentos debemos mostrar siempre los valores y filosofía de la marca, demostrar que hay personas detrás de todo y generar contenido de calidad. No hay que abusar de la promoción, genera poco a poco una comunidad que confie en ti y en tus contenidos. Si sigues este camino y usas ambas herramientas conseguirás una magnífica estrategia de comunicación. Como dice un proverbio africano si quieres ir rápido, ve solo. Si quieres llegar lejos, ve acompañado. Autor: Lidia Canals Fuente: Mercado Negro