Este 20 de noviembre, se conmemora el Día Internacional de la Memoria Trans, una fecha en la que se recuerda a las personas transexuales, transgénero y no binarias que fueron asesinadas a causa de su identidad de género.
La transfobia o el odio y miedo que existe hacia esta comunidad hace que sean víctimas de humillaciones, asesinatos, violaciones y agresiones, que muchas veces no son denunciadas por la desconfianza que existe hacia las fuerzas del orden. Derechos humanos y civiles son ignorados sistemáticamente sin que existan sanciones a los culpables.
Según el proyecto de investigación Transrespeto versus Transfobia, existen 3664 personas trans y de género diverso que fueron asesinadas en 75 países del mundo desde enero 2008 hasta septiembre 2020. El 98% de esta cifra fueron mujeres trans.
Este año, hasta el 30 de setiembre, 283 personas trans y de género diverso murieron a causa de violencia transfóbica. El mayor número de víctimas se encuentra en Brasil con 124, y le sigue México, con 45.
En el Perú, la Casa Trans Zuleymi registró que 5 mujeres trans fueron asesinadas durante el año. Sin embargo, este número no refleja la totalidad de muertes, sino solo los casos identificados. Debido a que el país no ha tipificado los crímenes de odio, estos se investigan como homicidios dolosos y no se puede visibilizar cuándo son motivados por el estigma y discriminación que existe hacia la comunidad trans.
“La transfobia no solo se refleja en la violencia interpersonal, sino también como violencia institucional; ya que cuando éstas (las entidades) no cumplen con su deber de amparar, creando y aplicando las leyes y medios para prevenir la discriminación y la opresión sistemática que sufrimos las personas trans, son también culpables de la transfobia que recibimos diariamente”, recalca Yuli P. presidenta de la Asociación TransGirls Canarias.
Una de los últimos crímenes de odio ocurridos en el país fue el 4 de setiembre. Gabriela Cruz Pimentel, de 46 años, fue encontrada en su habitación, que alquilaba en el distrito de San Miguel, maniatada y con un trapo en la boca. Fue torturada antes de morir.