España puso fin esta medianoche al estado de alarma por coronavirus, luego de más de tres meses, pese a que el Gobierno advirtió que “el virus puede volver”. Sin embargo, desde el 14 de marzo en que se decretó el confinamiento, afloró más la violencia machista que ya existía.
La Policía Nacional de España reveló que, durante el estado de alarma, detuvieron a 8.790 personas por violencia de género y, además, registraron 8.412 denuncias.
Asimismo, los agentes policiales destacaron la labor preventiva realizada con las víctimas, pues contactaron a más de 245.000, a través de visitas, vigilancias o contactos telefónicos, y también realizaron 70.000 controles de autores.
Debido a esta coyuntura, los Colegios Oficiales de Farmacéuticos de Canarias impulsaron la campaña “Mascarilla 19″, a fin de que las mujeres en situación de riesgo pudieran pedir ayuda a través de las farmacias, lugares que han permanecido abiertos durante la cuarentena.
A esta iniciativa se sumaron algunas comunidades autónomas de España como Andalucía, Navarra, Cantabria, Ceuta y Melilla.
Como se recuerda, la ONU alertó sobre el peligro que significaba que las víctimas de violencia de género tengan que convivir bajo el mismo techo que sus agresores.
“El confinamiento aviva la tensión y el estrés generados por preocupaciones relacionadas con la seguridad, la salud y el dinero. Asimismo, refuerza el aislamiento de las mujeres que tienen compañeros violentos, separándolas de las personas y los recursos que mejor pueden ayudarlas. Es la situación perfecta para ejercer un comportamiento controlador y violento en el hogar”, sostuvo el organismo.