Los inmigrantes, incluidos los indocumentados, son una parte importante de la economía de Estados Unidos, pues aunque no se evidencia, forman parte de un grupo que paga miles de millones en impuestos para sostener el país de Norteamérica. Y aquí te enseñaremos cómo realizar tus pagos si no cuentas con un número de Seguro Social.
Al no tener un número de Seguro Social (SSN) en EE. UU., puedes cumplir con tus obligaciones fiscales utilizando un Número de Identificación Personal del Contribuyente (ITIN). Este artículo detalla el proceso para obtener un ITIN y cómo utilizarlo en tu declaración de impuestos y los beneficios de ello.
El ITIN es un número emitido por el Servicio de Impuestos Internos (IRS) para aquellas personas que necesitan presentar impuestos en Estados Unidos, pero no son elegibles para un SSN. Aunque el ITIN no otorga derechos laborales ni beneficios del Seguro Social, es fundamental para acceder a ciertos servicios financieros y créditos fiscales.
Para aquellos que no tienen un SSN, el ITIN se convierte en una herramienta esencial para cumplir con las obligaciones fiscales. A continuación, se describen los pasos necesarios para obtener un ITIN y cómo utilizarlo en la declaración de impuestos.
Una vez que obtengas tu ITIN, podrás utilizarlo en tu declaración de impuestos. Es importante ingresar tu ITIN en el lugar donde normalmente se solicita el SSN en los formularios fiscales. Esto te permitirá cumplir con tus obligaciones fiscales y, si eres elegible, reclamar reembolsos o créditos fiscales, como el Crédito Tributario por Hijos.
Recuerda que el ITIN es una herramienta valiosa para aquellos que no tienen un SSN, facilitando el cumplimiento de las obligaciones fiscales y el acceso a ciertos beneficios financieros.
Es fundamental entender que no declarar impuestos puede acarrear serios problemas legales, ya que la evasión fiscal se considera un delito. Presentar y pagar tus impuestos no conlleva el riesgo de ser reportado o deportado. El Servicio de Impuestos Internos (IRS) opera de manera independiente de USCIS y del Departamento de Seguridad Nacional, enfocándose en la recaudación de impuestos y protegiendo la privacidad de los contribuyentes, incluidos aquellos inmigrantes indocumentados que aportan millones de dólares al sistema tributario.
De acuerdo con el Código de Rentas Internas, cualquier persona indocumentada que resida en Estados Unidos es considerada, a efectos fiscales, como residente. Este grupo se clasifica como "extranjeros residentes" en la normativa del IRS. Además, el Código establece que la información de los contribuyentes solo puede ser compartida internamente o con el Tesoro de EE. UU. para investigaciones de delitos fiscales, a menos que exista una orden judicial federal. El IRS se adhiere rigurosamente a esta normativa, lo que significa que la presentación de impuestos no desencadenará investigaciones relacionadas con la inmigración.