Un reciente informe ha destapado cómo algunas reclusas han quedado embarazadas en prisión sin haber tenido contacto físico con sus parejas. Este fenómeno ha generado un intenso debate sobre la seguridad y las condiciones dentro de los centros penitenciarios.
Las declaraciones de varias internas han revelado que, a pesar de las estrictas medidas de seguridad, han encontrado formas inesperadas de concebir. Los testimonios de las reclusas han dejado a muchos sorprendidos, ya que describen métodos poco convencionales que han utilizado para lograr el embarazo. Este fenómeno plantea preguntas sobre la vigilancia en las cárceles y la necesidad de revisar las políticas actuales.
A pesar de las rejas que los separaban y los cargos de homicidio que pesaban sobre ellos, Link y Joan Depaz, dos internos de una cárcel de Miami, lograron forjar un vínculo tan fuerte que resultó en la concepción de un bebé. Una historia de paternidad que desafía las convenciones y que ha generado gran asombro.
Los padres, Link y Depaz, describieron a su bebé como un verdadero milagro, comparando su concepción con la de la Virgen María, según revelaron a WSVN en una reciente entrevista. Tal como lo relatan los dos reclusos, todo inició cuando comenzaron a hablar y a formar una relación, dijeron al medio.
En una reveladora confesión, Depaz expresó su profundo anhelo de formar una familia, un sueño que se veía truncado por las limitaciones del tiempo. En este contexto, la elección del otro preso como la persona con quien compartir este deseo cobra un significado especial.
Link reveló un método insólito para explicar su embarazo en prisión. Según la detenida, la concepción se produjo a través del sistema de ventilación del penal. "Los respiraderos servían como un medio de comunicación entre los diferentes pisos", explicó, describiendo cómo los internos podían hablar entre sí a través de las tuberías del baño.
Depaz reveló que la pareja descubrió una forma peculiar de comunicación: Link podía depositar objetos en el respiradero de su celda, los cuales caían directamente en la celda de Depaz. Aprovechando esta circunstancia, Link ideó un método inusual para enviar mensajes a su pareja: durante un mes, depositó muestras de semen en envoltorios de plástico a través del respiradero, repitiendo este acto hasta cinco veces al día.
“Lo enrollaba como si fuera un cigarrillo y lo conectaba a la línea que teníamos en el respiradero y yo lo pasaba”, dijo Link. Luego lo colocó dentro de 'aplicadores para infecciones por hongo' y lo administró, declararon.
Ambos sospechosos permanecen bajo custodia en diferentes centros penitenciarios. Depaz, acusado de asesinato en primer grado, se encuentra recluido en el Centro de Detención de Metrowest. Por su parte, Link, quien enfrenta un cargo de asesinato en segundo grado, sigue detenido en Turner Guilford Knight. A pesar de la separación física, la pareja mantiene la comunicación a través de llamadas telefónicas y videollamadas con su hijo, según reportó WSVN.
Ante las recientes acusaciones, el Departamento de Prisiones de Miami-Dade ha iniciado una investigación formal para esclarecer los hechos. El periódico The Independent se ha puesto en contacto para solicitar una declaración oficial.
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