El 20 de noviembre de 2024, un tribunal en Georgia sentenció a José Ibarra a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional por el homicidio de Laken Riley, una estudiante universitaria. El caso, que inició en febrero, conmocionó a la sociedad estadounidense, especialmente en Georgia, donde la joven era conocida por su dedicación a la enfermería.
La sentencia llega tras un juicio que reveló pruebas contundentes en contra del migrante venezolano. Las evidencias, incluidas grabaciones de cámaras de seguridad y rastros de ADN, confirmaron la participación de Ibarra en el crimen, cerrando un proceso judicial que capturó la atención nacional e internacional.
El juez H. Patrick Haggard condenó a José Ibarra a cadena perpetua sin opción de libertad condicional. Durante el juicio, el tribunal escuchó testimonios y presentó pruebas que no dejaron dudas sobre la culpabilidad del acusado. Las grabaciones de cámaras de seguridad mostraron a Ibarra intentando deshacerse de una chaqueta manchada con sangre, mientras que el ADN encontrado bajo las uñas de Riley evidenció la lucha que la joven protagonizó antes de su muerte.
El juicio fue realizado sin jurado, ya que el acusado optó por un proceso judicial directo ante el juez. Este fallo busca brindar justicia a la familia de la víctima, aunque el dolor de su pérdida sigue siendo irreparable.
Los familiares de Laken Riley, especialmente su madre, Allyson Phillips, pidieron que se implementen medidas más estrictas para garantizar la seguridad de los estudiantes universitarios. Durante una declaración emocional, Phillips señaló que ningún padre debería experimentar la pérdida de un hijo en circunstancias tan brutales.
Laken Riley, murió a los 26 años a manos del venezolano José Ibarra. Foto: ED Endirecto
La familia también solicitó que este caso sirva como un precedente para abordar temas relacionados con la migración y la seguridad en Estados Unidos. “No hay fin para el dolor, el sufrimiento y la pérdida que hemos experimentado y seguiremos soportando. En ese día horrible, mi preciosa hija fue atacada, golpeada y no tuvo piedad. Luchó por su vida y su dignidad y por salvarse de ser brutalmente violada”, manifestó.
José Ibarra fue acusado de diez delitos graves, entre ellos, homicidio doloso, homicidio culposo, secuestro con lesiones físicas graves y asalto agravado con intención de violación. El crimen ocurrió el 22 de febrero de 2024, cuando Laken Riley fue atacada mientras corría cerca del campus universitario en Georgia.
El caso Laken Riley expuso la gravedad de las agresiones contra mujeres jóvenes en entornos que deberían ser seguros. Durante el juicio, se reveló que la joven luchó por su vida durante 18 minutos, un dato que fue registrado por su reloj inteligente. Este acto de resistencia dejó rastros que permitieron a las autoridades vincular a Ibarra con el crimen.
José Ibarra es sentenciado a cadena perpetua. Foto: Telenovelas
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“Tuve que ser aceptada en la escuela de mis sueños sin que mi hermana me dijera lo orgullosa que estaba de mí”, expresó Lauren Phillips, hermana de la víctima, antes de la lectura de sentencia de Ibarra. Según ella, la ausencia de Riley se siente profundamente en su vida diaria, especialmente por la falta de su risa contagiosa y los mensajes de buenos días que solía enviar.
La comunidad universitaria y los residentes de Athens, Georgia, experimentaron un duelo colectivo, acompañado de una oleada de emociones. Mientras algunos mostraban su indignación y temor por los aspectos migratorios del caso, otros subrayaron la importancia de centrarse en la justicia para Laken Riley y evitar que el enfoque se desvíe hacia agendas políticas.
Madre y hermana de Laken Riley. Foto: The Atlanta Journal- Constitution