Los inmigrantes continúan llegando a la frontera entre Estados Unidos y México, a pesar de la incertidumbre generada por las próximas medidas migratorias del gobierno de Donald Trump. Honduras se posiciona como el principal país de origen de los solicitantes de asilo en Tijuana, donde miles de personas esperan su oportunidad para ingresar a EE. UU.
Según Jorge Rivera Manzo, director de gestión de Atención de Grupos Migrantes del Gobierno del estado de Baja California, la tendencia de llegada de inmigrantes se ha mantenido durante 2024. Además de los hondureños, se destacan los solicitantes de Guatemala, Haití, El Salvador y Afganistán, quienes conforman el top cinco de nacionalidades que buscan asilo en la región.
La mayoría de estos inmigrantes, aproximadamente el 70%, llegan a Tijuana con citas de asilo programadas previamente a través de la aplicación CBP-One, lo que refleja una organización en su proceso migratorio. Sin embargo, la situación en sus países de origen sigue siendo crítica, impulsando su decisión de abandonar sus hogares.
La violencia en Honduras es uno de los principales factores que empujan a sus ciudadanos a buscar asilo en Estados Unidos. Keylin Cruz, una inmigrante hondureña, compartió su experiencia con EFE, explicando que la delincuencia y la falta de oportunidades son las razones que la llevaron a dejar su país. “Por la delincuencia, y a eso se sumó que mi casa se incendió accidentalmente, lo que nos llevó a quedarnos sin nada”, relató Cruz.
La situación en Honduras es alarmante, con un alto índice de extorsiones que afecta a quienes intentan emprender un negocio. “Si se pone uno a trabajar, te cobran 'impuesto' (extorsión), hay que pagarles. Y si son dos maras, hay que pagar dos impuestos”, enfatizó. Esta realidad ha llevado a muchos a abandonar el país, buscando un futuro más seguro y con mejores oportunidades.
La falta de apoyo del gobierno hondureño agrava la situación de los inmigrantes. Cruz destacó que “el gobierno no ha sido de mucha ayuda” ante la crisis económica que enfrenta el país. La pobreza extrema y la violencia han dejado a muchas familias en una situación desesperada, donde las madres solteras luchan por mantener a sus hijos y encontrar empleo.
“Está muy fea allá la situación económica, hay muchas madres solteras con sus niños y no hay empleo”, afirmó. Además, la preocupación por la seguridad de los niños es constante, ya que muchos son reclutados por pandillas, lo que representa un grave riesgo para su futuro.
La llegada de inmigrantes a Tijuana no solo se limita a los hondureños. Guatemala, Haití, El Salvador y Afganistán también están representados en la creciente ola de solicitantes de asilo. Cada uno de estos grupos enfrenta sus propias dificultades, pero comparten el mismo objetivo: encontrar un lugar seguro donde puedan reconstruir sus vidas.
La incertidumbre sobre las políticas migratorias de la administración de Trump añade un nivel de tensión a la situación. Sin embargo, los inmigrantes continúan llegando, impulsados por la esperanza de un futuro mejor y la necesidad de escapar de la violencia y la pobreza que los acecha en sus países de origen.