El Seguro Social se ha convertido en un salvavidas financiero para millones de estadounidenses, principalmente para los mayores que cuentan con este respaldo en su jubilación. Pero, ¿qué sucede con aquellos que, a pesar de sus esfuerzos, nunca verán un cheque del Seguro Social? En Estados Unidos, ciertas personas nunca serán beneficiarias de este sistema, enfrentando un escenario complejo en su vejez. Conoce quiénes conforman este grupo y por qué no califican para recibir esta ayuda económica.
Según el Informe de los Fideicomisarios de 2023, un grupo minoritario de personas entre 62 y 84 años nunca recibirán beneficios del Seguro Social. Las estadísticas de mayo de 2024 indican que, aproximadamente, el 3.3% de esta población se encuentra en esta situación, lo cual impacta directamente sus condiciones de vida y aumenta sus posibilidades de vivir en pobreza.
Dentro de este grupo, el 63% son mujeres, el 49% son inmigrantes y el 36% no han terminado la educación secundaria. Estos datos indican que factores como el historial laboral y el tipo de empleo desempeñado son determinantes clave en la exclusión de ciertos individuos del sistema.
Para calificar al Seguro Social, es necesario acumular un mínimo de créditos laborales, generalmente obtenidos por años de trabajo constante. Foto: Inmigración y Visas
Para calificar al Seguro Social, es necesario acumular un mínimo de créditos laborales, generalmente obtenidos por años de trabajo constante. Sin embargo, hay quienes no cumplen con este requisito debido a la naturaleza de sus empleos. Los trabajadores infrecuentes, aquellos con ocupaciones esporádicas o empleos temporales, conforman el 38.9% de las personas que no califican. Sus ingresos variables o contratos breves impiden alcanzar los créditos mínimos que exige la Administración del Seguro Social (SSA) para otorgar beneficios.
Por esta razón, es común que trabajadores que realizan labores ocasionales en sectores informales queden fuera de esta protección, lo que los pone en una situación vulnerable frente a la jubilación.
Para calificar al Seguro Social, es necesario acumular un mínimo de créditos laborales, generalmente obtenidos por años de trabajo constante. Foto: Univisión
Otro grupo significativo excluido del Seguro Social son los trabajadores de ciertos sectores gubernamentales estatales y locales. En estos casos, los empleados, un 10.8% según las estadísticas, no están cubiertos por el sistema de SSA debido a las condiciones propias de su empleo. Estos individuos pueden acceder a otros beneficios específicos de sus empleos, pero al no estar integrados en el Seguro Social, no pueden contar con este ingreso en su jubilación.
Este fenómeno se da en empleos que, por sus políticas de contratación, excluyen la participación en el Seguro Social, afectando principalmente a personas con años de experiencia en servicios públicos y sin otra red de seguridad.
La ausencia de beneficios del Seguro Social tiene consecuencias críticas en las condiciones de vida de quienes nunca podrán acceder a esta ayuda. Un alarmante 54.3% de quienes no cuentan con el Seguro Social vive en pobreza, sin una fuente estable de ingresos en su vejez. La falta de este respaldo financiero esencial incrementa los riesgos de pobreza en el largo plazo y afecta especialmente a los sectores más vulnerables. Las personas con baja escolaridad o con empleos en sectores sin cobertura son quienes se ven más afectados por esta situación.
Para calificar al Seguro Social, es necesario acumular un mínimo de créditos laborales, generalmente obtenidos por años de trabajo constante. Foto: El Diario New York
Existen expectativas de que, en los próximos años, el porcentaje de personas sin acceso al Seguro Social disminuya. Expertos en temas de jubilación y protección social sugieren que la SSA está implementando cambios y ajustes para que más personas califiquen para sus beneficios. Aunque el camino no es sencillo, estos cambios podrían marcar una diferencia significativa en la vida de quienes se encuentran en esta situación, con lo que se reduce el número de personas que quedan fuera de este sistema crucial.
La evolución de estas políticas permitirá que más estadounidenses puedan tener la tranquilidad económica que otorga el Seguro Social en su vejez, y que más personas vean asegurado un futuro más estable.