Nueva York registró una sequía histórica tras 150 años pese al inicio del invierno en Estados Unidos. En respuesta a las condiciones extremadamente secas de octubre, las autoridades implementaron medidas para moderar el consumo de agua. Ahora los residentes deben adoptar nuevos hábitos para evitar que el clima seco se extienda por el noreste del país.
Las iniciativas conocidas como "vigilancia por sequía" abarcan niveles de advertencia que van desde progresivos hasta emergencia y desastre. Sin embargo, la escasez de lluvia no es un problema exclusivo de Nueva York. Porque casi la mitad de USA enfrentó sequías repentinas en los últimos meses. Además de afectar el transporte fluvial en el río Misisipi, estas condiciones climáticas incrementaron la incidencia de incendios en el Medio Oeste y la Costa Este.
Por todo ello, las autoridades de Nueva York instaron a los ciudadanos a adoptar medidas de ahorro de agua, como tomar duchas más cortas, reparar grifos que gotean, cerrar el grifo mientras se cepillan los dientes o lavan los platos, evitar el uso innecesario de agua para limpiar las aceras.
En Nueva York se consume un promedio de 4.200 millones de litros de agua al día, aunque esta cifra ha disminuido gracias a mejoras en la detección de fugas. Foto: composición LR
El Servicio Meteorológico Nacional reportó que durante octubre cayeron apenas 0.02 centímetros de lluvia en Central Park, cuando la cantidad habitual es de alrededor de 11.2 centímetros. Como resultado, el Departamento de Protección Ambiental de Nueva York declaró que el último mes ha sido el más seco en más de 150 años de registros.
Este patrón climático anómalo, conocido como "sequía repentina" o flash drought, surge de la combinación de la falta de lluvias y el aumento de las temperaturas. En ese sentido, los meteorólogos explican que este fenómeno se debe a un patrón atmosférico que bloquea el flujo de humedad desde el Golfo de México hacia el norte. Este patrón dejó amplias áreas bajo condiciones secas y calurosas.
Meera Joshi, vicealcaldesa de operaciones, señaló que si cada neoyorquino adoptara medidas sencillas para reducir el consumo, se podrían ahorrar millones de galones por minuto. Entre las recomendaciones de la ciudad se incluyen reportar fugas en hidrantes o tuberías, utilizar el lavavajillas únicamente cuando esté lleno y reducir la duración de las duchas.
Nueva York registró una sequía histórica tras 150 años pese al inicio del invierno en Estados Unidos. Foto: Adobe Stock
Este domingo 3 de noviembre se terminó el 'Daylight saving time' en Estados Unidos. Los relojes se atrasaron una hora. Ello marcó el inicio del horario de invierno 2024. Este cambio busca maximizar el uso de la luz solar y disminuir el consumo energético.
En Nueva York se consume un promedio de 4.200 millones de litros de agua al día, aunque esta cifra ha disminuido gracias a mejoras en la detección de fugas. Sin embargo, la situación se complica debido a las reparaciones en el acueducto de Delaware, una de las principales fuentes de agua que abastecen a la ciudad desde la región de Catskill.
Las iniciativas conocidas como "vigilancia por sequía" abarcan niveles de advertencia que van desde progresivos hasta emergencia y desastre. Foto: difusión
Durante estos trabajos de mantenimiento, que incluyen la reparación de filtraciones en esta infraestructura crucial, los residentes dependen más de los embalses ubicados en los suburbios del norte, que también han experimentado precipitaciones inusuales, con solo 0.81 pulgadas en octubre. Esta reducción en el flujo de entrada de agua plantea serios desafíos para mantener los niveles adecuados en caso de que la sequía continúe.
Rohit T. Aggarwala, comisionado del Departamento de Protección Ambiental de Nueva York, advierte que la falta de lluvias en la región podría amenazar las reservas de agua de la ciudad si no hay mejoras en los próximos meses. Esta escasez no solo afecta a Nueva York, sino también a estados vecinos como Nueva Jersey y Connecticut, donde los bomberos han estado luchando contra más de 80 incendios forestales desde el 21 de octubre. En Nueva Jersey se han reportado más de 370 incendios forestales desde mediados de septiembre, una cifra que supera en diez veces el promedio para ese periodo el año pasado.