La asistencia financiera en Estados Unidos ha sido un pilar fundamental en la lucha contra la pobreza y la desigualdad, debido a que proporciona un apoyo esencial a millones de familias de bajos ingresos a lo largo de las décadas. Estos programas, que van desde subsidios para vivienda y alimentos hasta asistencia en efectivo directa, buscan aliviar la carga económica de los más vulnerables y asegurar un nivel de vida básico.
En este contexto, surgen innovaciones en la forma de programas piloto que experimentan con nuevas formas de distribución de asistencia financiera directa. Un ejemplo reciente de esto fue el programa Uplift Harris en el condado Harris, Texas, que ofreció pagos mensuales a familias de bajos ingresos con la esperanza de proporcionarles un alivio económico significativo.
Este tipo de programas busca cubrir las necesidades inmediatas de los beneficiarios. Foto: Condado de Harris
Es un programa piloto de ingresos garantizados que proporcionará US$500 mensuales a través de tarjetas de débito precargadas a casi 2,000 familias seleccionadas previamente. Estas tarjetas solo podrán ser utilizadas para cubrir necesidades básicas como medicamentos y comestibles, a diferencia de la versión original del programa, que permitía un uso más flexible de los fondos.
La jueza del Condado Harris, Lina Hidalgo, subrayó que esta nueva versión del programa es más restrictiva en comparación con lo que inicialmente se pretendía. A pesar de las limitaciones impuestas, Hidalgo asegura que Uplift Harris 2.0 sigue siendo un recurso valioso para los residentes del condado que enfrentan dificultades económicas.
El programa está financiado por US$20.5 millones provenientes de la Ley de Plan de Rescate de América. Las familias elegibles son aquellas que viven por debajo del 200% del umbral federal de pobreza en determinados códigos postales del condado Harris.
Esta fue la distribución de versión pasada de este programa. Los habitantes de algunas zonas serán los beneficiados. Foto: ABC13
El programa está diseñado para beneficiar a dos grupos distintos. El primero incluye a residentes que viven en los 10 códigos postales con mayor índice de pobreza en el condado. La segunda cohorte abarca a poblaciones prioritarias bajo el modelo ACCESS, un sistema coordinado y centrado en el cliente, gestionado por el Departamento de Salud Pública del Condado Harris. Los participantes en ambas cohortes serán seleccionados al azar a través de un proceso de sorteo.
Aunque Uplift Harris 2.0 ha sido adaptado para cumplir con las exigencias legales, existe la posibilidad de que esta nueva versión también enfrente desafíos judiciales. Sin embargo, el programa sigue adelante con la intención de ofrecer un alivio económico crucial a quienes más lo necesitan en la comunidad.
La implementación de este programa se alinea con la tendencia nacional de programas de ayuda directa, que han demostrado tener un impacto positivo tanto en las familias participantes como en la comunidad en general. Al proporcionar un ingreso garantizado, se espera que el programa contribuya a la estabilidad financiera de los hogares necesitados y fomente un entorno económico más equitativo.