El Programa de Monitoreo Marino Costero del Consorcio Camisea genera valiosos recursos para preservar uno de los ecosistemas marino-costeros más ricos del Perú.,Muchas veces decidimos viajar solos, en pareja o con la familia, para salir a disfrutar de algunos días de esparcimiento y relajación. Sin irnos muy lejos, a 4 horas al sur de Lima se encuentra la Bahía de Paracas, donde la aventura, su clima tropical y su hermoso paisaje te seducen desde el primer momento. Increíbles playas y biodiversidad al máximo caracterizan a esta área protegida, que también posee atractivos arqueológicos e interesantes formaciones rocosas. Puedes ver: Una historia de transformación en los colegios de Pisco Reserva Nacional de Paracas El centro turístico cuenta con un ecosistema costero de 335 hectáreas de extensión con desiertos, playas, islas, acantilados y litoral. Por sus numerosos atractivos naturales y arqueológicos, los turistas visitan la reserva. El Centro de Interpretación ofrece una interesante explicación de la biodiversidad. La Bahía de Paracas en Pisco es un área natural llena de especies únicas, entre las que figuran no solo aves, peces, reptiles y mamíferos, sino otras más difíciles de apreciar, como las que viven en el fondo marino. También lee: Un buen maestro nunca deja de aprender Para preservar y vigilar la biodiversidad marina nace el programa de Monitoreo Ambiental Marino Costero impulsado por el Consorcio Camisea, que tiene como objetivo promover el conocimiento científico y preservar los hábitats de la Bahía de Paracas. Desde hace 15 años la bahía de Paracas es escenario de un Programa de Monitoreo Marino Costero vinculado a la planta de fraccionamiento del Gas de Camisea. Tiene 114 estaciones de monitoreo para evaluar especies terrestres y marinas de la Reserva Nacional de Paracas (RNP) y la Reserva de Islas, Islotes y Puntas Guaneras. Auspiciado por: