El Megapuerto de Chancay, inaugurado en noviembre de 2024, ha sido señalado como un proyecto transformador para el comercio internacional entre Sudamérica y Asia. Este megaproyecto, desarrollado con una inversión mayoritaria de la estatal china Cosco Shipping, promete dinamizar la economía regional al convertirse en un nodo clave del transporte marítimo.
Sin embargo, un informe preliminar elaborado por la International Coalition Against Illicit Economies (ICAIE) plantea que este puerto también podría introducir nuevos retos en la seguridad portuaria de la región. Según el documento, los cambios logísticos generados por Chancay podrían requerir adaptaciones en las operaciones de otros puertos sudamericanos, especialmente en Chile, para garantizar la protección frente a posibles actividades ilícitas.
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El informe preliminar de ICAIE reconoce al Megapuerto de Chancay como una infraestructura clave para mejorar la conectividad y reducir los costos logísticos en la región. No obstante, señala que el incremento en el volumen de operaciones podría requerir medidas adicionales para abordar potenciales riesgos asociados con el tráfico ilícito y otras actividades económicas irregulares.
Los analistas mencionan que la conexión directa de Chancay con los mercados asiáticos podría generar un impacto en las dinámicas comerciales de países vecinos, lo que subraya la necesidad de fortalecer la cooperación regional entre los puertos. Según ICAIE, el proyecto representa tanto una oportunidad para el comercio como un desafío para la seguridad portuaria, que dependerá del nivel de coordinación entre las autoridades locales e internacionales.
En el caso de Chile, el informe destaca que los principales puertos del país, como Valparaíso y San Antonio, podrían experimentar una presión competitiva derivada de la eficiencia y capacidad proyectada del Megapuerto de Chancay. En este contexto, ICAIE sugiere que estos puertos evalúen la implementación de mejoras tecnológicas y operativas para mantener su competitividad en el mercado regional.
Aunque no se han identificado riesgos inmediatos, el informe señala que un mayor flujo comercial en la región podría abrir la posibilidad de nuevas rutas para actividades ilícitas si no se refuerzan los sistemas de monitoreo y control en los puertos. Según el estudio, esto requiere un esfuerzo conjunto para garantizar que los beneficios económicos no se vean opacados por problemas de seguridad.
El informe preliminar de ICAIE enfatiza la importancia de una cooperación regional entre los países de Sudamérica para abordar los retos que podrían surgir con la apertura del Megapuerto de Chancay. Entre las medidas propuestas se encuentran:
El Megapuerto de Chancay tiene el potencial de convertirse en un pilar para el comercio marítimo a nivel regional y global, pero su éxito, según el mencionado informe, dependerá de una gestión adecuada que contemple tanto las oportunidades como los posibles retos. La cooperación regional será clave para garantizar que este proyecto cumpla su objetivo de beneficiar a toda Sudamérica, fortaleciendo la economía y las relaciones comerciales entre sus países.