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Domingo

La tierra de Oz queda en Jesús María

El 1 de septiembre se estrena Oz, la Bruja y el Mago en el Teatro Peruano Japonés. Entre ensayos, Domingo habló con un espantapájaros, un hombre de hojalata y una adolescente rebelde.

larepublica.pe
La cantante Lita Pezo es parte del elenco de Oz, la Bruja y el Mago.

No era la tierra mágica, sino un edificio de la avenida Larco. En uno de sus pisos, cruzando pasillos y ascensores que conducen a mundos paralelos, logro ingresar en un amplio salón con espejos, donde un séquito de bailarines obedece a la voz del coreógrafo, que les dicta pasos imposibles para números fantásticos. Al fondo, en el patio trasero, cuatro sillas puestas en círculo. Allí me dirijo.

Ellos llegan, y lo primero que veo es al Espantapájaros hablando sobre ayuno intermitente con Dorothy. Todos han venido vestidos de personas normales, de actores de carne y hueso, pero solo es un disfraz. Dorothy se hace llamar Lita Pezo, y en el fantástico mundo de la realidad interpreta a una joven cantante, ganadora del concurso La Voz Perú. El Espantapájaros representa muy bien el papel del actor César Ritter, y el Hombre de Hojalata, cuando no está buscando un corazón nuevo, actúa y dirige teatro bajo el seudónimo de Mario Ballón.

Solo falta el León, pero creo que está arriba, entrenando sus rugidos.

La sinopsis de Oz, la Bruja y el Mago nos sitúa en el año 2050. Los clásicos personajes del “El mago de Oz” ahora lidian con problemas más actuales, como la tecnología y su omnipotencia. Pero, según César Ritter, la esencia de la historia es la misma. Y la tierra de Oz, donde no llega el wi-fi, es atemporal.

Pero antes, Ritter y Ballón ya habían ocupado cada uno un espacio en la vida de Lita Pezo. Mario Ballón fue su profesor de expresión corporal cuando estuvo en La Voz Perú. Y César Ritter, por su parte, era el chico que Lita veía en TV, actuando en “Así es la vida”. Ahora, comparte tablas con ellos en su debut teatral, y no se cansa de agradecer “a la vida y a la música”.

Un portal entre dimensiones

Se abre el telón. En su interior, el teatro deja fluir una sinceridad que no siempre encontramos en el mundo real. El teatro es un portal a otro mundo, que une la búsqueda del personaje con la propia búsqueda del actor. El teatro es una tierra de Oz. Y, en esta ocasión, la tierra de Oz estará todos los fines de semana en el Teatro Peruano Japonés, en Jesús María.

—Yo soy muy callada, perfil bajo. Dorothy es bastante líder —reflexiona Lita, sobre la relación con su papel—. Ese liderazgo es algo que he descubierto que tengo, por momentos, cuando voy a cantar.

—Algunas veces, los personajes son más nosotros que nosotros en la vida normal —filosofa César Ritter—. En el escenario podemos, paradójicamente, ser más honestos y más libres.

También ocurre a la inversa. Así como el personaje revela al actor un aspecto que no conocía de sí, el actor construye al personaje heredándole parte de su propia cosecha.

—Una cosa es el papel. Nosotros le damos la fiscalidad, la vida —cuenta Mario Ballón—. Sería muy raro ceñirnos estrictamente a lo que dice el papel, porque en la realidad ocurren otras cosas, que son también muy interesantes.

Los clásicos personajes del “El mago de Oz” ahora lidian con problemas más actuales, como la tecnología y su omnipotencia.

Actuar para vivir

Construir un edificio y hacerlo estallar. Algo así es el método de Lita Pezo. Recordada como una chica aplicada, entró el primer día de ensayos y anotó cada improvisación y cada chiste, sin pasar por alto una sola observación acerca de este nuevo mundo.

—Me gusta ser muy estructurada. Y cuando ya sé mi estructura, volar.

Por eso mismo, quizás, la joven ve la actuación como un modo de “liberarse”. Para Mario

Ballón, actuar es el disfrute, la plenitud, la escucha, el riesgo. Y, aunque explore otras disciplinas, el teatro es el inicio de todo.

—La actuación es mi vida —concluye César Ritter—. Es mi forma de aprender, de curar, de ser, de estar, de pertenecer. Y el teatro es la expresión más libre para los actores de lograr eso.