Después de 200 años de haber entregado su vida por el Perú, fusilado en la guerra de independencia, José Olaya no recibe aún el título de héroe. En colegios y libros se le considera mártir. Recién se busca subir de rango al humilde pescador que murió por liberar nuestra patria. “Porque Olaya vive en nosotros, estamos haciendo las gestiones para que este héroe nacional sea a la brevedad posible considerado como un gran prócer de la independencia”, anunció el alcalde del distrito limeño de Chorrillos, Fernando Velasco, en la ceremonia de los dos siglos del martirologio, el último jueves 29. Sería el primer paso para que llegue a recibir formalmente el título de héroe nacional.
“El sacrificio de Olaya no es un episodio pequeño, sino de trascendencia: da la posibilidad de que Lima siga del lado patriota, porque los realistas se retiran al ver que no pueden atacar el Callao”, dice el historiador Francisco Quiroz, profesor de la Universidad de San Marcos.
Olaya iba como pescador de Olaya, héroe olvidado al Callao y a Lima a vender. En el trayecto, llevaba mensajes cifrados que enlazaban a los patriotas asentados en el castillo del Real Felipe, liderados por Antonio José de Sucre, en el enclave chalaco, con quienes estaban en la capital.
Capturado en un calle limeña, los realistas españoles lo torturaron y ofrecieron perdonarle la vida y hasta darle un puesto militar si delataba a los destinatarios de los mensajes. Olaya resistió y fue fusilado en un pasaje que hoy lleva su nombre en el centro limeño. Su cadáver fue sepultado en un punto todavía desconocido.
Historiadores. Quiroz, Vergara, Bazán y Domínguez en la zona donde Olaya recibía mensajes de los patriotas, en el Callao. Foto: La República
Su padre, también pescador, había fallecido un año antes, y se dice que también había servido a los patriotas. Con este antecedente, aristócratas independentistas sumaron a Olaya a su red de espías.
“Juana de Dios Manrique recibe y envía las cartas. Su pariente, Andrés Riquero habría recomendado a Olaya ante Sucre. Ella está en el panteón de próceres”, dice la historiadora Marissa Bazán, docente de la Universidad de Lima.
“Olaya representa a los sectores populares y su gran colaboración en la guerra. Debería ser el héroe de los sectores populares”, añade.
En la postergación de Olaya, héroe cholo y humilde, está el lastre de la discriminación
“A sectores populares se le niega posibilidad de tener posición respecto a la sociedad en la que quieren vivir. Se ve en este caso y lo hemos visto en diciembre y enero de este año”, refl exiona la historiadora Teresa Vergara, profesora de la Universidad Católica (PUCP).
Sabino Balandra, sobrino tataranieto de Olaya, de 87 años. Foto: Marco Cotrina
“Sería un gran orgullo que lo declaren héroe nacional. Es un ejemplo a seguir. Está en la historia que entregó su vida por la patria, dice Sabino Balandra, sobrino tataranieto de Olaya, de 87 años, pescador todavía en actividad. Por ello, funcionarios de la municipalidad de Chorrillos se han reunido con el Congreso y el Ministerio de Cultura. “El alcalde nos dijo que lo harán héroe nacional y que está solo como mártir porque fue antes de la independencia. Hace mucho se le debió hacer dado el reconocimiento. Ha sido olvidado”, comenta Martha Balandra, hija de Sabino.
“Reconocen héroes nacionales a militares de alto rango, pero gracias a Olaya, que no tenía la obligación de un militar, se logró también la independencia”, dice Leonardo Farfán Balandra, nieto de Sabino.
El historiador Alex Domínguez, asimilado al Ejército, donde Olaya es patrono del arma de Comunicaciones, muestra una ruta: la ley de acciones heroicas asigna una comisión y un procedimiento para declarar héroe nacional a un personaje. “Debe estar fundamentado con documentos por un investigador histórico”, comenta. Pero resalta la presencia de Olaya hasta en el nombre de 160 colegios.