El Nobel de Economía Joseph Stiglitz asegura en una entrevista que el mundo necesita “un nuevo contrato social” que busque un equilibrio entre el mercado, el Estado y la sociedad para acabar con la desigualdad y las protestas, bajo la advertencia de que la extrema derecha “no funciona”.
En el Hay Festival de Cartagena de Indias, en Colombia, donde ha presentado su libro “Capitalismo Progresista”, el estadounidense también advierte de la necesidad de una agenda global que incluya reformas de los mercados, tumbar los monopolios y restringir la competencia desleal, así como la creación de políticas progresistas de impuestos y gastos.
Stiglitz augura un fracaso en la agenda económica de Donald Trump porque cree que ni el presidente estadounidense ni su equipo “entienden la economía”. “Otros cuatro años lo empeorarían aún más”, apunta sobre las elecciones de noviembre en las que el mandatario buscará la reelección.
Sobre los cambios que podrían traer las multitudinarias protestas ciudadanas, el economista se muestra optimista. “Cuando miraba los datos de Chile, el nivel de desigualdad era tan alto que me sorprendía que no hubiese más disturbios civiles. Ahora tenemos los disturbios y va a haber una verdadera revisión de la Constitución”.
Asimismo señaló que América Latina, a veces, se desvía de un extremo de los fundamentalistas del mercado al otro extremo y lo que espero es que entendamos que la extrema derecha no funciona, es más fácil dirigir desde un rumbo intermedio.
Sobre un panorama latinoamericano desigual, el experto señaló que se necesita “un nuevo contrato social”; un nuevo equilibrio entre el mercado, el Estado y la sociedad civil, y una ecología de instituciones más rica, incluidas organizaciones sin ánimo de lucro, cooperativas.
“El problema del neoliberalismo era que argumentaba que el mercado sin restricciones era la solución y decía: no se preocupe por la moral, no se preocupe por la explotación, sólo déjelo en manos del mercado; y eso no funcionó”, explica.
Sobre la clave para cerrar las brechas, indicó que nunca ha habido una bala de plata para algo que ha estado sucediendo durante 40 años, incluso desde hace mucho más tiempo, y en el caso de América Latina aún más, desde el período colonial.
La respuesta, según Stiglitz, es una agenda completa que incluya reformar los mercados, reformar las reglas del juego, tumbar los monopolios, poner más restricciones al comportamiento anticompetitivo, fortalecer el poder de negociación laboral, reformar el gobierno corporativo.
“Y luego tenemos que tener políticas progresistas de impuestos y gastos. Debemos tener programas para asegurarnos de que todos satisfagan sus necesidades básicas para una vida decente, especialmente en países como Estados Unidos donde somos lo suficientemente ricos como para asegurarles a todos una vida decente si solo quisiéramos”.
De igual modo, el especialista menciona el problema del cambio climático. “El mundo está amenazado, no es solo una crisis de desigualdad, es una crisis climática y si no lo hacemos nuestro mundo no va a ser habitable o vamos a gastar enormes cantidades de dinero en respuesta al cambio climático. Sin embargo, el presidente de los Estados Unidos lo niega; el resto del mundo no puede negarlo, tiene que ser parte de una economía reformada”.
Por último, indicó que la guerra comercial de Trump ha agregado un alto nivel de incertidumbre en el panorama económico mundial y que a las empresas no les gusta la incertidumbre.
“Este tipo de incertidumbre es particularmente destructiva porque una de las grandes decisiones que toma una empresa al invertir es preguntarse dónde lo hará. Puede hacerlo en Vietnam, China y Estados Unidos, pero si estamos en un mundo en guerra comercial, si hace la inversión en un país u otro, la barrera aumenta, pierde mucho dinero”.
FUENTE: Agencias