En qué momento cruzamos la línea del cuidado de nuestras mascotas para convertirlo en amor desenfrenado como si fueran humanos. ,Ropa, tampones y coches de bebé... ¿Exceso? Tener una mascota requiere de una gran responsabilidad, por lo que es clave identificar cuándo nuestro amor desenfrenado puede estar afectando su salud física y hasta emocional. Aceptémoslo, es lo más normal del mundo querer adoptar a nuestro cachorro como parte de nuestra familia, como un hijo, un hermano, mejor amigo, y querer hacer su vida tan feliz como sea posible: cubrir sus patitas para que no se mojen con la lluvia o ponerle un abrigo súper cute en esta época del año. Pero detente. No siempre más es mejor. Al contrario, podrías estar haciéndole daño sin querer queriendo. Toma nota. 1. ¿Le pongo ropa?: El motivo por el cual vistes a tu mascota nunca debe ser estético, ellos no lo necesitan. Los especialistas solo recomiendan abrigar a tu mascota en estas situaciones extremas: si tiene muy poco o nada de pelaje, si son ancianos, o si tiemblan al salir de casa. 2. Tapar las uñas del gato: El gato es un gato. Reprimir una función básica, como poder rascar o tener un mecanismo de defensa es como quitarle una parte importante de su cuerpo. Piénsalo dos veces si no quieres afectar su salud emocional. 3. Dormir con ellos: Lo principal es establecer si queremos aceptar que nuestra mascota duerma con nosotros, ya que ningún animal entiende de excepciones. Si no se quiere dormir con este, se le debe hacer saber desde el primer momento manteniendo firme esta decisión, pues permitírselo de vez en cuando podría causarle estrés. Asimismo, si el perro o gato no desea dormir con nosotros, no obligarlos es lo mejor. 4. Fiestas de cumpleaños: Está perfecto mostrarle todo tu afecto a tu engreído, siempre y cuando no le demos alimentos dañinos. No obstante, el festejo es algo que nuestra mascota no necesita o no comprenderá. Lo que sí necesitan: relacionarse con otros de su especie, reconocer olores en exteriores, realizar actividades al aire libre en general. 5. Mi perro al inodoro: Si bien no es tan común, esta práctica existe y es altamente perjudicial para los perros. El único punto a favor es la comodidad del dueño pues cuando el perro salga a la calle no reconocerá cuando otros perros estén orinando o no sabrá hacerlo por sí mismo. 6. Limpieza extrema: Cuando los perritos no son llevados a la calle porque "se van a ensuciar", podrían desarrollar comportamientos estereotipados como lamido excesivo de patas, genitales y vientre, dar vueltas, montar objetos, etc. Información de Wapa.pe.