Fernán AltuveAbogado. Historiador. Exparlamentario y exregidor. Hizo estudios de Filosofía en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Es miembro de la Benemérita Sociedad Fundadores de la Independencia desde 1o989 y caballero de la Legión Cáceres.,Aunque ahora se encuentra alejado de la política y dedicado a su faceta de abogado, Fernán Altuve conoce al fujimorismo desde adentro, pues no solo fue parlamentario por ese grupo político, sino que es amigo de Keiko Fujimori y, en su momento, del padre que hoy apoya, manifiestamente, al menor de sus hijos: Kenji. ¿Quién mejor que él para analizar lo que está sucediendo dentro del principal grupo opositor al gobierno y entender mejor sus asperezas con el gobierno de Pedro Pablo Kuczynski? Usted era de quienes decían que el gabinete Zavala era un cadáver. ¿Cree que con el nuevo gabinete ya se siente la paz que necesitaba el Gobierno? Como lo has dicho, mucho antes de que todos los demás, lo que decía es: Cámbienlo, cámbienlo, cámbienlo. Pero creo que los cambios han llegado lamentablemente muy tarde. PUEDES VER Coimas de Odebrecht a peruanos en Andorra suman US$ 15 millones Muy tarde para qué… Para el Gobierno. Porque se han visto forzados a hacerlo, cuando pudieron haber remozado el gabinete Zavala a tiempo. Si ya te viste obligado a hacer un cambio, cambia el ochenta por ciento y deja el veinte, y no dejes el ochenta y cambies el veinte. Y también me parece que poner a la señora Aráoz, después del desgaste del primero, para exponerla a otro desgaste, es quemar a sus dos vicepresidentes. Pero, de otro lado, se ha dicho que la designación, no solo de Mercedes Aráoz, sino de varios ministros, es una concesión al Apra y al fujimorismo… ¿Cómo ve eso? A ver: los gabinetes conversados tienen el requisito de haberse conversado. Yo me pregunto: Si esas fuesen concesiones, ¿se conversaron? Me parece que no. Yo, sinceramente, no sé hasta qué punto realmente esto es una aproximación de ida y vuelta. Pero se siente cierta calma, aunque sea efímera, ¿no? Bueno, yo estoy seguro de que la calma va a existir hasta el día 1 o 2 de octubre. Los dos grupos en el gobierno, el Ejecutivo y el Legislativo, tienen que pasar el trance de la confianza. Entonces tienen que mostrarse todo lo amistosos posibles para justificar que uno va a pedir la confianza y el otro se la va a dar. Ahora, la pregunta es: ¿esa actitud de veranillo anticipado va a durar después del día trece? Si es así, entonces estamos en una etapa positiva… ¿Cómo ve la actitud del fujimorismo en este momento y cómo prevé que se dará luego? Yo creo que, hasta el día doce, el fujimorismo no va a hostilizar, porque no quiere que se mantenga la impresión del obstruccionismo. Es evidente que le va a dar el voto de confianza y, probablemente, lo dé con mucha facilidad. Pero, en mi opinión todavía la distancia entre el Ejecutivo y el Legislativo es políticamente muy grande. Usted habla de una “impresión de obstruccionismo”. ¿Realmente es solo una impresión? A ver, cuatro ministros cuestionados, de los cuales solo uno fue censurado. Dos, el de Economía y el presidente del Consejo de ministros, ellos mismos se expusieron a la negativa del voto de confianza. ¿Cómo puedes decir que te obstruye una bancada si tú mismo le das la pistola para que te dispare? Tú la cargas, tú la pones sobre la mesa, y le dices: A ver, atrévete. Y está el caso de Basombrío, que no fue censurado Y, sobre todo, de la gran cantidad de leyes que el Ejecutivo ha pedido, casi todas han pasado. ¿Me está diciendo que es al revés de cómo lo percibe la opinión pública? Yo creo que hay una percepción política de la gente que apoya al Ejecutivo de que esto es un obstruccionismo equivalente al de la alianza Apra-Uno… Pero aderezado también por declaraciones altisonantes de muchos miembros del fujimorismo… Las declaraciones son absolutamente belicistas, y los efectos no son tan graves, ni de un lado ni del otro. Los hinchas de cada grupo están más exacerbados que los mismos jugadores de los equipos. Por otro lado, el mismo presidente en Roma ha dicho: A mí me han autorizado las leyes y debo reconocer que, más allá del roce con mis ministros, no me están hostilizando tanto. Hablando de hostilidad, usted ha dicho que siempre ha habido dos fujimorismos, pero ahora se ha llegado a una confrontación abierta, ¿no? También en los años 2000, 2001, la confrontación fue tanta que la bancada se partió… Pero ahora estamos hablando de dos Fujimoris confrontados… Lo que pasa es que han aparecido actores de la familia Fujimori que están representando a las dos tendencias que antes representaban (Víctor) Joy Way y Absalón Vásquez… Y en ese momento, los medios trasmitían el nivel de confrontación interna que vivían los dos fujimorismos. Confrontación que no alcanzaba a Alberto Fujimori… Pero Alberto Fujimori, en algún momento, se puso del lado de Joy Way y, en otro, del lado de Absalón Vásquez. Lo que pasa es que, cuando estos hoy día jóvenes políticos eran unos adolescentes, obviamente no podían representar las dos tendencias que, en el fondo, han estado desde el origen en el fujimorismo fundado por el padre… Pero Alberto es muy crítico del sector keikista… Totalmente crítico. Definitivamente, hay un apoyo directo de Alberto Fujimori a ese sector… No sé el tamaño, pero definitivamente él está alineado con esa posición hoy en día. Yo creo que cuando Keiko recién apareció, ni siquiera se le ocurría una cosa así. Y hay que ver que Absalón Vásquez, que ha sido su mano derecha durante mucho tiempo, estuvo distanciado de Keiko, tanto que no postuló nunca por Fuerza Popular… Usted que es un monarquista, ¿cuál de los dos cree que representa mejor la dinastía Fujimori: Kenji o Keiko? Yo creo que son dos ramas de la misma línea imperial (risas). Además, son genéticamente fujimoristas los dos, porque ha habido esas dos tendencias desde que tengo uso de razón. Políticamente hablando, claro, porque ya soy bastante mayor. Pero ahora las implicancias son mucho más graves, porque el dueño de la marca de origen apoya a Kenji sin duda alguna… Eso es pensar que Alberto Fujimori tiene un predicamento político hoy día como el que tenía cuando estaba en Palacio de gobierno... ¿No lo tiene? Como símbolo, porque es un símbolo histórico, pero mi impresión es que el presidente Fujimori no ejerce un predicamento político como el que ejercía antes. El hecho de estar aislado, de no tener un contacto inmediato... Keiko Fujimori ha organizado Fuerza Popular como un neofujimorismo. Hace mucho que ella ya había comenzado la desvinculación política, no histórica ni conceptual. Planteémonos un escenario con Fujimori fuera de la cárcel, resentido por la hija que no hizo gran cosa por su liberación y apoyando al hijo como proyecto político… La verdadera pregunta es: Alberto Fujimori indultado por razones de salud, o médicas, como dice el presidente, ¿va a salir a hacer política? Por lo menos a endosar, ¿no? Si es así, creo que va a tener problemas en su ejercicio, porque un sector de la ciudadanía que está en contra de ese posible indulto va a decir: ¿Cómo una persona que está yendo a pasar sus últimos días con sus nietos se dedica a hacer política endosando votos? Yo creo que eso podría tener consecuencias hasta en la legitimidad de su propia liberación. ¿Qué tan cerca está usted ahora del fujimorismo? Yo no estoy cerca políticamente. Estoy cerca amicalmente, en el sentido de que veo a Keiko de vez en cuando, le tengo amistad, mucho cariño. Con Kenji, hay una generación de diferencia, lo he visto muy poco, no tengo una cercanía. ¿Ha visitado a Fujimori en algún momento? Hace un tiempo. Cuando ha estado enfermo, he preguntado por él, le he mandado mis saludos, pero yo no he estado participando políticamente ya hace un buen tiempo. Obviamente sí tengo una consideración particular, pero no soy afiliado ni colaborador ni nada. Yo mantengo mi independencia. O sea que no es real el rumor de que estaba en el equipo de los asesores que está armando a Kenji como un producto político. Absolutamente no. Hay un equipo y están haciendo un trabajo interesante. No sé si terminará siendo todo lo bueno que suponen, porque están haciendo un proyecto político de un solo resultado: el indulto. Si el indulto sale, la fortaleza de Kenji será muy grande, pero si no, obviamente el que va a pagar una factura política muy grande es él, porque se ha puesto del lado del gobierno contrario a su bancada, apostando que ese gobierno logre esa reconciliación que él entiende a través del indulto a su padre. Si Fujimori sale indultado, por obra de Kenji o por cualquier otra razón, ¿le convendría o no a Keiko Fujimori? Yo creo que Alberto Fujimori, más allá de lo que otros piensen, no va a intervenir políticamente al ser indultado. Él va a ir por el camino de reconciliar a sus hijos. Entonces, ¿por qué tanto respaldo a un Kenji tan beligerante? Porque Kenji está haciendo en este momento el camino de apostar porque este gobierno dé un indulto. Cuando la escopeta de dos cañones la utiliza el Apra es una genialidad, y cuando podría parecer que la utiliza el fujimorismo, es un defecto (risas). ¿Significa que Fujimori está cargando la escopeta de dos cañones? Siempre ha trabajado con dos brazos políticos y en este momento hay dos brazos políticos del fujimorismo. Pero se sabe que Fujimori tiene un cuestionamiento radical contra los asesores de Keiko (Ana Vega y Pier Figari) y Keiko no se va a deshacer de ellos. Eso es absolutamente cierto. Y creo que es un elemento de fricción y va a serlo, porque ha sido un elemento de fricción desde que ella era primera dama. Keiko tenía, ya entonces, un equipo que respondía a ella, que actuaba según lo que ella consideraba. Keiko es muy autónoma en sus decisiones y, si decide que debe mantener a su equipo, lo va a mantener. Y parece visible que eso, al presidente y a su hermano, no les gusta. ¿Usted ve a Pedro Pablo Kuczynski terminando su período presidencial o, como muchos pesimistas, piensa que podría no llegar? ¿Por qué no podría llegar, porque él renuncia? Hay quienes dicen que el fujimorismo busca la vacancia. No, yo creo que hay un sector maximalista del entorno de Kuczynski que lo vive angustiando con que Keiko lo quiere tumbar. Si Keiko quisiera tumbarlo, ¿va a tumbarlo a él, a Vizcarra y a Mercedes Aráoz? ¿Cómo? Me parece difícil que Keiko pudiese destapar el Ejecutivo que tiene un orden de prelación de tres personas. Y antes de llegar a ese escenario, está el escenario de la elección parlamentaria, que puede cambiar totalmente la constelación política… ¿Una elección producto de una disolución del Congreso? Por supuesto. Porque yo estoy seguro de que el presidente de la República podrá inducir a una cuestión de confianza o a una censura antes de que lo puedan vacar, para lo que se necesitan dos tercios del Parlamento, no una mayoría simple. Los elementos para una vacancia los veo mucho más lejanos que los elementos para una disolución constitucional. Poniéndose un poco pitoniso, ¿a quienes ve enfrentándose el 2021o por la presidencia? ¡Ahhh…! Con la ayuda de la izquierda caviar, el 2021 veo a Kenji contra Keiko (risas).