Qatar, además de reducir la capacidad de sus estadios, exigirá a los espectadores un test negativo de COVID-19 para que puedan recibir su entrada para los partidos del Mundial de Clubes, que se jugará del 4 al 11 de febrero en el emirato.
“Los aficionados deberán someterse a test rápidos PCR o antigénicos a menos de 72 horas antes de cada partido. Si los resultados son negativos, podrán recibir su entrada”, subrayó el consejero de asuntos deportivos del ministerio de Sanidad de Qatar, Abdulwahab Al Musleh, en rueda de prensa en Doha.
Trofeo que otorga la FIFA al ganador del Mundial de Clubes. Foto: AFP.
“La distancia social, la mascarilla, la utilización de la aplicación del rastro de los contactos en Qatar y el uso de solución desinfectante, serán obligatorios”, añadió.
El número de espectadores será por otra parte limitado al 30% de la capacidad de cada uno de los dos estadios de 40.000 plazas, que no albergarán a ningún aficionado extranjero, tras tener en cuenta las restricciones de viaje con destino Qatar colocadas debido a la pandemia.
Los casos de coronavirus en el emirato van en aumento constante, con 59,5 nuevos casos por cada 100.000 personas, lo que significa un alza del 15% con respecto a la semana precedente.
La tasa de mortalidad es muy débil y los casos siguen siendo inferiores a los de muchos otros países de la región. “Este leve aumento significa que no aumentaremos la capacidad más allá del 30%”, señaló Musleh. En esa línea, indicó que las nuevas variantes del coronavirus ya están probablemente en Qatar.
El virus ya obligó al equipo Auckland City FC (Nueva Zelanda), que debía representar a Oceanía, a renunciar al desplazamiento, debido a la obligación de cuarentena a la que habría tenido que someterse a su vuelta.
Con información de AFP.
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