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Lolo Fernández: la leyenda de Universitario cumple 107 años

La máxima figura de Universitario marcó una época en el fútbol peruano y nunca cambió la camiseta crema. Historia y anécdotas sobre ‘Lolo’ Fernández.

La ‘9’ es la camiseta del goleador, de la estrella del equipo. En este caso, de la deidad crema. Sí, porque para los hinchas de la 'U' Lolo Fernández es como un dios. La mayoría que lo adora no lo vio jugar, pero creció con sus leyendas, con sus números contundentes, con su amor eterno para una misma camiseta. Aunque reforzó a varios equipos en giras, nunca aceptó jugar oficialmente por otro club; hasta rechazó un cheque en blanco. Es como si los colores estuviesen tatuados en su corazón, imposible quitárselos. Hay murales con su rostro y su inolvidable redecilla en la cabeza: en el estadio está su imagen en la tribuna oriente. Muchos le rezan, otros le piden milagros, todos lo celebran.

Teodoro Fernández Meyzán es su nombre completo, pero todos lo conocen como Lolo. Este 20 de mayo se cumplen 107 años de su nacimiento y, aunque corporalmente ya no está, lo recuerdos y anécdotas lo mantienen presente. Es el ídolo máximo de Universitario. No solo hizo historia con la camiseta crema, sino también con la franja en el pecho. Los que lo vieron jugar aseguran que fue el terror de los porteros, que rompió redes —por eso le decían también ‘Cañonero’— y tenía una potencia inusual.

Lolo nació en Cañete, en la Hacienda Hualcará, donde dio sus primeros toques de balón, y militó en el Huracán Hualcará. Fue el penúltimo de ocho hermanos de la pareja conformada por Tomás Fernández Cisneros y Raymunda Meyzán. A los 16 años llegó a Lima para estudiar y poco después se probó en Universitario, el equipo que sería el gran amor de su vida. Su hermano Arturo ya jugaba en el club y fue el nexo para iniciar esta historia.

Empezó alineando con la reserva del equipo y aunque primero fue usado como puntero derecho y le fue mal —tanto que hasta pensó en dejar el fútbol para dedicarse al básquet, deporte que practicaba en la secundaria— después fue ubicado como centrodelantero, donde halló su lugar en el mundo. Terminó como goleador del torneo y en 1931 fue promovido al primer equipo, sin cumplir aún la mayoría de edad. Su primer sueldo fue de 120 soles. Sí, no eran tiempos millonarios, pero el amor no tiene precio.

Páginas cremas

Lolo fue un claro símbolo de lo que es el amor a una camiseta. No le importaba el dinero. Permaneció 23 años en la 'U', rechazó muchas ofertas y demostró lo que es verdadera fidelidad. Su debut con camiseta crema fue el 29 de noviembre de 1931 ante Magallanes de Chile. Anotó el gol de la victoria, como un presagio de su exitosa carrera. Fue goleador del torneo en siete oportunidades (32, 33, 34, 39, 40, 42 y 45) realizando en total 88 goles. Un gran promedio teniendo en cuenta que solo eran 10 clubes y se jugaba solo una rueda. Fue campeón con los cremas seis veces. Sus números fueron contundentes, no dejaron dudas.

En 1932 anotó 11 goles en 9 partidos, pero no le alcanzó para gritar campeón, el grito se quedó contenido. El año siguiente marcó 9 goles y también fue el máximo artillero del campeonato. En 1934 se quitó el clavo y tras vencer 2-1 en la final al clásico rival, Alianza Lima, la 'U' se quedó con el título, con Lolo de nuevo de goleador. En 1939, 1941, 1945, 1946 y 1949 también fue campeón y su historia cada vez se escribía con letras más gloriosas. En 180 partidos jugados con camiseta crema anotó 156 goles. Un promedio de 0,87 por partido. Números que impresionan.

Cheque en blanco

Lolo fue a reforzar a Colo Colo en un amistoso ante Independiente de Argentina y marcó un tanto. El presidente del club mapochino, Robinson Álvarez, sorprendido con su potencia y buen juego aéreo, le entregó un cheque en blanco para que pusiera la cifra que quisiera. El ‘Cañonero’ declinó la oferta. “Yo tengo un solo amor, que está en el Perú y se llama la 'U'”, dijo Fernández. Eso es fidelidad. Peñarol, San Lorenzo y Racing también intentaron ficharlo, pero fue una tarea imposible.

Lolo Fernández: la leyenda de Universitario cumple 107 años.

La oposición de Hitler

La primera vez que Lolo vistió la camiseta de la selección fue en 1935 en el Sudamericano disputado en Lima. En 1936 fue el estandarte de la bicolor que participó de los Juegos Olímpicos de Berlín, en pleno apogeo de los nazis. El primer partido jugado por la bicolor terminó 7-3. Finlandia fue víctima de cinco goles del ‘Cañonero’. “Recuerdo que había espías que veían nuestro partido”, afirmó Lolo a Littman Gallo en una de sus últimas entrevistas. El segundo partido fue ante Austria, nación de Hitler. Perú ganó 4-2 con un gol de tiro libre de Fernández. Y eso que nos anularon tres goles. Dice la leyenda que la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA), por presiones políticas, pidió que se repitan el partido y el Gobierno peruano ordenó el retiro de la delegación en señal de protesta. Esas fueron las Olimpiadas donde Perú pudo ser campeón.

El escritor uruguayo Eduardo Galeano lo relata como una historia universal. “Debería contarse en todos los colegios como parte de la historia del Perú. Es una historia linda de dignidad. Decirles a los niños en una clase que pertenecen a un país que humilló a Hitler”. Y Lolo fue protagonista del partido.

Lolo Fernández: la leyenda de Universitario cumple 107 años.

La franja ganadora

Con la camiseta de la selección en el pecho también hizo historia. Es uno de los jugadores con más partidos en la Copa América. 23 duelos jugados y 15 goles. Fue campeón del Sudamericano de 1939 donde consiguió el primer título peruano. Lolo marcó dos goles (5-2) a Ecuador, tres (3-1) a Chile y dos (3-0) a Paraguay. En la final, 2-1 ante Uruguay, no anotó. Marcó siete goles y fue el goleador. Sin embargo, no fue su único éxito con la bicolor. En 1938 fue campeón de los Bolivarianos, torneo que se jugó en Bogotá y donde la base era el Sport Boys, algunos jugadores de Alianza Lima y Universitario. Le ganaron 4-2 a Colombia, 9-1 a Ecuador, 3-0 a Bolivia y 2-1 a Venezuela. Marcó en total 24 goles en 32 partidos vistiendo la bicolor. Hasta hoy, ocupa el cuarto lugar en el ranking histórico de la bicolor, ahora liderado por Paolo Guerrero y Jefferson Farfán.

El rodillo negro

Alianza Lima pidió su presencia para que lo refuerce en una gira a Chile en 1934, donde el cuadro íntimo terminó invicto con seis triunfos y un empate. Lolo fue uno de los más destacados. Era la época del ‘Rodillo Negro’, en ese equipo jugaba Adelfo Magallanes, Alejandro Villanueva, Morales y Lavalle. Un ataque demoledor que se vio potenciado con Teodoro, que siempre llevó las medias cremas a pesar de utilizar la camiseta del eterno rival. También reforzó en algunos partidos a Racing Club, a Banfield y al Sport Boys. En agosto de 1933 viajó a Europa junto al combinado del Pacífico para una gira donde disputaron 39 partidos y consiguieron 13 victorias, 13 empates y 13 derrotas. Lolo anotó 48 goles.

El último partido

Su último partido oficial fue el 30 de agosto de 1953, en el Estadio Nacional, cuando le anotó tres goles a Alianza Lima en un clásico para el recuerdo. Lolo era suplente e incluso ya empezaba a ser criticado por algunos hinchas que creían ver el ocaso de su ídolo. Sin embargo, anotó dos goles en la práctica previa y sorprendió al ser incluido en el once titular de Cuesta Silva. Empezó con dudas, pero fue una tarde iluminada. Terminó siendo cargado en hombros por los hinchas, que dejaron la tribuna para meterse a la cancha, extasiados por la hazaña. En ese momento no planificado, Lolo decidió que era el momento de retirarse, de colgar los chimpunes. No fue algo preparado. Ese es un día especial para su natal Cañete, también ahora recordado por el ‘Cañonero’. El 14 de octubre de 1953 vistió por última vez la camiseta crema. Jugó seis minutos ante Centro Iqueño y dejó ingresar a Manuel Arce, quien iba a ser su sucesor, pero quedó en promesa. Al momento de ser cambiado, dio una vuelta olímpica inolvidable en un Nacional lleno.

Homenajes

En 1952 fue inaugurado el Estadio Nacional, donde el presidente Manuel Odría le entregó los Laureles Deportivos, máxima distinción, por su destacada trayectoria. El 20 de julio de ese año, Universitario inauguró su estadio en Breña, que lleva el nombre del eterno goleador. El primer partido fue ante la U. de Chile y los cremas ganaron con gol de Lolo, para variar. El Coliseo Municipal de Cañete también fue bautizado Lolo Fernández, así como una sección en la clínica Maison de Santé, donde el ‘Cañonero’ pasó sus últimos meses de vida.

En 1983 empezó a quebrarse su salud al ser operado de la cadera. Tres veces viajó a Estados Unidos, pero ya no fue el mismo. Durante un tiempo fue técnico de menores de la 'U', tuvo una pensión vitalicia del cuadro estudiantil. Le han hecho polcas, murales y gigantografías para demostrar que sigue presente. Hoy, cuando ya no está, los hinchas en el Monumental sigue coreándolo. Todos los años, esta religión crema que lo adora le lleva flores a la tumba y hace una romería en Hualcará, hacienda donde nació. El 17 de setiembre de 1996 se fue corporalmente, pero su leyenda aún sigue viva, toda con letras gloriosas.

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