Leer y escribir son habilidades básicas para el aprendizaje y el desarrollo intelectual, o al menos eso es lo que se nos han enseñado a lo largo de nuestra vida. Sin embargo, Oliver Chadwick, un joven originario de Reino Unido, ha demostrado que esta 'regla' no necesariamente es indispensable para el éxito. Su historia se hizo viral en internet tras darse a conocer que era uno de los mejores estudiantes de la Universidad de Bristol, en Inglaterra, pese a sufrir una dislexia severa, un trastorno del aprendizaje que se caracteriza por la dificultad en la lectura, causada por inconvenientes para identificar los sonidos del habla y establecer conexiones con las letras y las palabras.
Aunque esta condición lo hizo padecer dificultades en la lectura y la escritura por varios años, lo cierto es que el joven inglés logró superar los obstáculos y destacar en sus estudios superiores gracias a su determinación por aprender.
Cuado Oliver era apenas un niño, sus padres notaron que tenía muchos problemas de aprendizaje en la escuela, y aunque inicialmente pensaron que no era nada grave, lo cierto es que a su hijo le tomaba mucho tiempo hacer sus deberes escolares. "Se quedaba atrás de los otros niños. Mientras que a otros niños les puede tomar una hora hacer su tarea, a Oliver le podría tomar 20 veces más", declararon para revista The Bath & Wiltshire Parent.
Una vez que le detectaron dislexia, su mamá hizo todo lo posible para ayudarlo a practicar su lectura y escritura, pero con el paso de los años, no hubo un progreso. Es así como dejaron de lado esta enseñanza luego de seis años.
"Después de un tiempo, dijeron que no había ninguna ventaja en que él siguiera con las lecciones porque no estaba progresando. Me dijeron que era la persona más profundamente disléxica que habían visto (…) Entonces, cuando fue a la escuela secundaria, decidí que dejaríamos de intentar enseñarle", comentó.
Cuando tenía 18 años, Oliver Chadwick tenía la capacidad lectora de un niño de seis. Foto: The Irish Sun
Contra todos los obstáculos, Oliver jamás se dio por vencido. Aunque no tenía habilidades para la lectura ni escritura, siempre aprobaba todos los cursos de la escuela de forma oral. "Nunca me sentí estúpido. Solo sabía que leer era algo que no podía hacer y no tenía sentido enfadarme", señaló.
El próximo gran paso que debía dar era aprobar los exámenes (A Level) para ingresar a la universidad y así cursar la carrera de ingeniería matemática, un objetivo que sus padres, compañeros y maestros no creían que lograría, pero Oliver los sorprendió a todos, pues sacó la nota más alta posible en matemáticas, matemáticas avanzadas y química.
"En los A Level, estudié matemáticas y química. Elegí matemáticas porque es algo que puedo hacer principalmente solo y eso me hace sentir más independiente", resaltó el joven, quien también reveló que veía videos de física en sus tiempos libres, pero finalmente eligió química porque tenía menos conceptos escritos.
Actualmente, Oliver estudia ingeniería matemática en la Universidad de Bristol, una de las 10 mejores universidades del Reino Unido.