Francisco Pizarro decidió casarse con la hermanastra de Atahualpa, Inés Huaylas, quien fue bautizada con ese nombre en honor a una hermana del español. En 1534, la pareja tuvo a su primera hija, Francisca Pizarro Yupanqui, en Jauja. Al año siguiente, llegó su segundo heredero, Gonzalo, quien murió a los 10 años. Tiempo después, el Emperador Carlos los reconocería hijos legítimos del conquistador del imperio inca.
La pareja decidió separarse, pero Francisco Pizarro decidió darle la tutela de sus hijos a su cuñada Inés Muñoz con la excusa de educarlos en la religión cristiana. Sin embargo, la infancia cómoda de Francisca Pizarro se terminó en 1542, cuando un grupo de españoles entró al palacio del gobernador de Lima y asesinaron a su padre.
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Con la muerte de Pizarro, Inés Muñoz escondió a Francisca y a su hermano en un convento. Años más tarde, la hija del español se quedó sola, ya que su hermano falleció, y el único miembro de la familia más poderoso que tenía en el Perú era Gonzalo Pizarro Alonso. La niña de 9 años era muy rica gracias a la herencia de su padre, pues tenía tierras en Huaylas, Chimú y Conchucos.
En 1544, Gonzalo Pizarro encabezó la Gran Rebelón de Encomenderos contra la Corona española. El 28 de octubre del mismo año, el hermano de Francisco entró triunfante en Lima y fue nombrado gobernador. Sin embargo, la Corona revocó algunas disposiciones polémicas que no fueron del agrado de Gonzalo, quien planteó abiertamente la posibilidad de instaurar una dinastía real valiéndose de la sangre inca y española de Francisca.
Francisca Pizarro se casó con su tío, Hernando Pizarro. Foto: Facebook
Luego de vencer al virrey Núñez de Vela, Gonzalo Pizarro decidió organizar su matrimonio con su sobrina de 12 años. No obstante, Carlos V se adelantó a sus planes e impidió que el Papa Paulo III diera autorización a aquel matrimonio consanguíneo y envió a Pedro de La Gasca a poner fin a ese proyecto. En 1548, Gonzalo fue asesinado en la batalla de Jaquijahuana y, nuevamente, Francisca se quedó sola.
En 1552, Francisca Pizarro se casó con su tío, Hernando, quien le llevaba 28 años, pero eso no era impedimento para los deseos de la pareja, ya que su objetivo era recuperar las tierras confiscadas de la peruana.