El 26 de abril de 1986 explotó el reactor número 4 en la Central de Chernóbil en Ucrania, hecho conocido como el peor accidente nuclear de la historia. Miles de personas fueran evacuadas de la ciudad Pripyat y las autoridades les indicaron que no podían llevar consigo a sus mascotas, ya que estas habían sido afectadas por la radiación.
Con el fin de no seguir esparciendo la contaminación, los soldados soviéticos dispararon a muchos de los animales abandonados. Sin embargo, algunos de los perritos se escondieron y lograron sobrevivir. ¿Qué pasó con ellos y quiénes pueden cuidarlos?
PUEDES VER: ¿Quién fue Esporo, el joven esclavo que fue castrado para casarse con el emperador Nerón?
Tras 36 años del desastre nuclear, cerca de 900 perros callejeros deambulan por la zona de exclusión, la cual tiene una dimensión de 2.600 km² y fue establecida para limitar el ingreso y salida de personas del área.
Nadie sabe qué porcentaje del total de canes desciende directamente de las mascotas que fueron abandonadas en 1986. Sin embargo, sí se conoce que una gran parte de los animalitos llegaron a la zona de casualidad.
Según Clean Futures Fund, una organización no gubernamental que vela por los perros que viven dentro de la zona de exclusión, la esperanza de vida promedio de estos animalitos es de solo cinco años, ya que están expuestos a varios peligros, como el riesgo de contaminación radiactiva, ataques de lobos, incendios forestales y hambre.
Foto: Getty Images
PUEDES VER: ¿Qué pasó con el asesino de Mónica Spear y su esposo? Esto fue lo que dijo sobre el crimen
Debido a los altos niveles de radiación de la zona de exclusión de Chernóbil, las únicas personas que se ven en ese lugar son los guardias y, solo con el permiso de ellos, se puede entrar o salir del área.
No obstante, esta no es la única labor que realizan. Muchos de los custodios han creado un lazo muy especial con los canes del sector, a pesar de que estos puedan representar un riesgo por la radiactividad.
De acuerdo con el medio BBC, que logró una exclusiva con un vigilante del área, los guardias les dan alimento a los animalitos y algunos los han casi adoptado, pues también les dan cobijo e incluso les colocan inyecciones contra la rabia.
Foto: Getty Images
Los custodios señalan que mantener a los canes cerca les resulta muy útil, ya que son mascotas leales que los acompañan mientras caminan por las áreas desiertas del lugar.
Asimismo, pueden identificar a los intrusos y alarmar la entrada de ellos ladrando de formas notablemente diferentes.
Foto: La Vanguardia