La alimentación y los hábitos de vida siempre jugarán un papel crucial en el desempeño diario de las personas, sin importar la edad que tengan. De hecho, son las decisiones que uno toma respecto a nuestro estilo de vivir las que ralentizarán o acelerarán el proceso del envejecimiento. Tras cumplir los 40 años, los cambios fisiológicos son más notables y exigen un mayor control en la comida que ingerimos. Bajo esa premisa, el portal web español Mujerhoy, con ayuda de especialistas, detalló cuáles son los alimentos de los cuales se deberían prescindir o, al menos, reducir su consumo llegada esa etapa de la adultez.
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La especialista española en endocrinología y nutrición Clara Fuentes indica que hay que disminuir la ingesta de los alimentos a continuación, si has cumplido los 40 años, para evitar padecer alguna patología o empeorar su condición.
Las dietas ricas en azúcares o alimentos de elevado índice glucémico favorecen el desarrollo de diabetes y algunos tipos de cáncer. Los dulces deben consumirse de manera muy paulatina para evitar, también, la excesiva ingesta de grasa.
Consumir azúcar en exceso puede provocar un gran número de enfermedades y afecciones a la salud. Foto: difusión
Los refrescos y gaseosas contienen un alto índice de azúcares y fósforo. Su consumo regular, acompañado de un deficiente nivel de calcio, tiene efectos negativos para la salud de los huesos.
Consumir gaseosas frecuentemente puede llegar a debilitar los huesos. Foto: difusión
Estas grasas son denominadas las del tipo 'malo' y se encuentran en la carne y en otros derivados de origen animal como la mantequilla, queso, etc.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) detalla que, al día, se deben ingerir menos de 5 gramos de sal.
Un excesivo consumo de sal puede traer problemas como cálculos renales. Foto: difusión
La ingesta recomendada de este alimento es de tres a cuatro raciones a la semana; no obstante, estas deben ser filetes pequeños.
Una ración pequeña de carne roja equivale a 125 gramos aproximadamente. Foto: difusión