La Rinconada se encuentra habitada por cerca de 30.000 habitantes. Ubicada a 5.100 metros de altitud, está situada en el nevado de Ananea, en los Andes Peruanos, y registra un clima extremadamente frío: la temperatura máxima ronda apenas los 10 grados en verano, mientras que en invierno siempre son bajo cero.
Además, llegar a la localidad es bastante complicado, ya que se encuentra situada cerca al glaciar Bella Durmiente. Entonces, ¿por qué miles de personas han decidido vivir ahí? La respuesta está en las minas de oro que se encuentran en dicha zona.
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La Rinconada inició como enclave minero hace 40 años y nunca ha tenido servicios sanitarios básicos, por lo que los desechos se encuentran en medio de las calles. Tampoco hay un sistema de recolección de residuos y, en consecuencia, la basura lo cubre todo y el lugar termina pareciendo una cloaca. Ante esto, los habitantes han optado por enterrar o quemar los residuos fuera de la ciudad. Por ello, ha aumentado la contaminación del lugar, lo que quita más oxígeno del aire.
La minería informal es la principal actividad económica en La Rinconada. Foto: Liubomir Fernández/La República
El agua potable también es un inconveniente. Los ciudadanos recogen el agua de la lluvia o de la nieve. Esto resulta ser muy peligroso para la salud, ya que el mercurio que se genera en las minas contamina dicha agua.
Además de carecer de servicios básicos, la explotación laboral se encuentra muy presente. Los trabajadores de las minas cumplen su jornada bajo el sistema conocido como el 'cachorreo', el cual consiste en trabajar gratis 25 días para el dueño de la mina y cinco en beneficio propio, por lo que nunca saben cuánto ganan. Adicional a eso, La Rinconada registra mucha delincuencia, prostitución, alcoholismo y violencia.