Las altas temperaturas son muy riesgosas para las mascotas, por ello se debe evitar exponerlas en lugares que concentran calor intenso. Ten en cuenta las recomendaciones de los especialistas para esta época de verano sobre el llamado golpe de calor, shock de calor o también conocido como agotamiento por calor
Este mal puede ocasionar daños graves a la salud y hasta provocar la muerte de los perros, gatos y otros animales que tenemos en custodia. La República conversó con la médico veterinaria Ana Martínez Vela, quien nos cuenta todo lo que debes conocer para evitar estos problemas.
“Es un problema frecuente en los meses de verano, especialmente en climas cálidos y húmedos. Condición causada por la exposición del cuerpo a altas temperaturas, principalmente cuando un animal hace ejercicios en condiciones calurosas, o cuando un perro no puede disipar el exceso de calor. Este agotamiento puede convertirse en un golpe de calor”, explica Martínez.
Clínicamente, hace referencia a la hipertermia, que puede ser pirogénica (vinculado al cuerpo) o epirogénica (con el ambiente), relacionada a una subida de la temperatura corporal. Para el caso de los perros, es pertinente señalar que ellos no transpiran, es decir, no sudan lo que sí hacen es eliminar el calor a través de otros mecanismos como:
Tenga en cuenta que la temperatura corporal normal en perros y gatos es de 38,5 a 39,5 °C. Superada dicha cifra, se está frente a un shock de calor.
Si su perro sufre un golpe de calor, comenta la doctora Martínez, los primeros síntomas que verá son:
Por ello, la especialista precisa tener en cuenta lo siguiente: los perros con caras y narices más cortas (es decir, bóxer, mastines, pugs, bulldogs) son más ineficientes para enfriarse. Asimismo, los que tienen el pelaje grueso (es decir, Akita, Husky siberiano, Pastor alemán) y los pelajes oscuros (es decir, labrador negro, dóberman), que absorben y retienen el calor fácilmente, tendrán más dificultades para disipar el calor.
Si su mascota presenta los síntomas mencionados no debe desesperarse y lo primordial que debe hacer es medir la temperatura del animal. Luego, debe colocar agua tibia o fría (no helada) sobre la piel, trasladarlo a un lugar fresco y ponerle ventilación leve hasta controlar los signos de agitación. Lo recomendable es que acuda, de todos modos, a un veterinario para la evaluación y diagnóstico.
Para un mejor cuidado de estos integrantes de la casa, la doctora Ana Martínez del Hospital Veterinario Los Dominicos, aconseja lo siguiente:
Por esfuerzo o ejercicio: cuando hacen ejercicio bajo calor o por no estar aclimatizados, es decir, si te mudas de una ciudad a otro (este proceso puede llevar 60 días, lo normal es de 10 a 20 días).
Sin esfuerzo: exposición a temperatura ambiental elevada o sin acceso a enfriamiento. Por ejemplo, cuando la mascota está encerrada en el auto o patio sin sombra.