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Cultural

No nikkei: el arte superlativo de Japón

Recorrido por el arte y la cultura japonesas en la Casa O'Higgins del Centro Histórico. Va hasta el 3 de noviembre.

larepublica.pe
Serie "Fuera del desorden" de Takahiro Iwasaki. Imagen: Fundación Japón.

Este viernes 27 de septiembre, se inauguró, en la Casa O’Higgins del Instituto Riva Agüero, la exposición itinerante El arte superlativo de Japón, organizada por la Fundación Japón, que calza a la vez con los 125 años de la migración japonesa en Perú. Esta es una muestra que transita por diferentes países y esta es la primera vez que llega a Perú, proveniente de Ecuador para luego presentarse en Panamá.

Esta exposición se ha armado como si fuera una gran antología de la historia del arte japonés, lo cual supone un trabajo titánico que, a la vista de los hechos, ha llegado a buen puerto.

En El arte superlativo de Japón hallamos piezas inscritas en la artesanía, la pintura, la fotografía, la arquitectura y el diseño. La disposición de los materiales marca una ruta, una pauta a destacar: su apreciación es viable para cualquier tipo de público, desde el interesado al conocedor, a razón de que no solo se percibe la pátina histórica (hay piezas de la era Meiji (1868 – 1912), por ejemplo), sino también su contemporaneidad con artistas como Satoshi Araki, Naoki Nishiwaki, Hiroaki Humeda, Takahiri Iwasaki, Naoki Hongo, Akira Yamaguchi, entre otros referentes del arte asiático actual.

Acuarela de Akira Yamaguchi. De la serie "Grandes almacenes". Imagen: Fundación Japón.

La sincronía visual, algo olvidada y descuidada en estos lares últimamente, es amable, no genera distracción en el espectador. Detalles mínimos que parecen fáciles, superfluos, pero que son necesarios resaltar. Lo que se ve fácil, parte de una complejidad, que tiene mucho de ensayo y error. En este sentido, se reconoce la curaduría de Yuji Yamashita.

“No es una exposición nikkei la que el público verá en la Casa O´Higgins, es estrictamente arte japonés traído desde allá, con el objetivo de que se entienda cómo el arte japonés se ha estado desarrollando. Es una cultura que ya está en expresiones contemporáneas y queremos que se pueda visibilizar en la sociedad peruana. Esta es una muestra que ya tiene un recorrido por América Latina y que pretende mostrar el Japón puro, que muchos aún no conocemos”, declara para La República Víctor Álvarez, coordinador de la Casa O’Higgins, espacio que ya se ha convertido en un punto de visita obligado en el Centro Histórico. “Al mes, tenemos cerca de treinta mil visitantes”, añade y razón no le falta.

Lo dicho por Álvarez tiene mucho sentido. En una era en donde las referencias se mezclan por la velocidad de la comunicación y la poca voluntad para diferenciarlas, resulta atractivo encontrar un tronco cultural rico en los detalles, como las piezas “Cangrejo ermitaño articulado” en latón y “Caja de incienso de laca en forma de almejas” en laca sobre madera, de artistas desconocidos y pertenecientes al periodo Meiji. Pero lo que más captó nuestra atención es el espíritu crítico de sus artistas contemporáneos. En este sentido, sugerimos ver con detenimiento las dos piezas de la serie Fuera del desorden de Takahiro Iwasaki, hechas con toallas, cepillos de dientes y cuerdas; o las reproducciones de acuarela de Akira Yamaguchi y su mirada lúdica sobre la sociedad japonesa en Grandes almacenes. Agenden.