La masacre de Texas regresó con una secuela directa para renovar la terrorífica saga, bajo la dirección de David Blue Garcia. La nueva entrega fue muy esperada por los seguidores de Leatherface y su estreno en Netflix está dando de qué hablar entre los usuarios del servicio.
Como vimos, la ficción empieza con un recuento de los grotescos asesinatos que ocurrieron en la obra original de 1973 y nos enteramos que la superviviente Sally Hardesty sigue con vida y lista para acabar con el asesino antes que de que una nueva carnicería empiece.
Contrario a los deseos de Sally, la pesadilla se desata nuevamente cuando un grupo de amigos visitan Texas para revitalizar el pueblo fantasma de Harlow. Su objetivo es convertirla en una zona de residencia de moda, pero todo cambia cuando fallece una mujer que afirma ser dueña de la finca.
Tras su muerte, el misterioso hombre al que cuidaba se revela como Leatherface y empieza a matar a todos. Tras una angustiosa cacería, las hermanas Melody y Lila son las únicas supervivientes. por lo que reciben la oportuna ayuda de Sally Hardesty.
En el enfrentamiento final, Melody hiere a Leatherface con su propia motosierra y lo derrota. Acto seguido, logran escapar, pero el asesino emerge y termina decapitándola para el horror de su hermana.
Si bien ella logra escapar, los horrores que presenció no la dejarán tranquila y parece que ocurrirá lo mismo con los seguidores de la franquicia. En la escena post-créditos, ‘el monstruo’ regresa a casa ahora sin nadie que lo controle y listo para realizar una nueva matanza en otra secuela.