Un descubrimiento reciente por parte de científicos de la NASA ha causado un gran revuelo en la comunidad astronómica. Un misterioso objeto, que se mueve a una gran velocidad, fue detectado gracias a la colaboración entre astrónomos aficionados y profesionales a través del proyecto "Backyard Worlds: Planet 9".
El objeto se encuentra a 400 años luz de distancia de la Tierra y su velocidad es lo suficientemente alta como para escapar de la atracción gravitatoria de la Vía Láctea. La velocidad extrema y la composición inusual han llevado a los científicos a plantear diversas teorías sobre su naturaleza y origen. Este hallazgo marca un hito en la exploración espacial y podría cambiar nuestra comprensión del universo.
CWISE J1249+3621 fue descubierto gracias al análisis minucioso de datos del telescopio Wide-field Infrared Survey Explorer (WISE), que fue lanzado por la NASA en 2009 con el propósito de mapear el cielo en luz infrarroja. Este telescopio ha permitido a los astrónomos detectar objetos oscuros y fríos que son invisibles en longitudes de onda ópticas. En esta ocasión fue identificado por un grupo de "científicos ciudadanos" que participan en el proyecto, un programa que involucra a astrónomos aficionados en la búsqueda de anomalías en los datos recolectados.
El telescopio WISE, lanzado en 2009, reveló datos sobre la hipervelocidad del objeto que viaja por la Vía Láctea. Foto: Universidad de Arizona
El objeto detectado inicialmente por Martin Kabatnik, un colaborador civil residente en Núremberg, Alemania. Kabatnik observó que CWISE se movía a una velocidad que no coincidía con la de otros conocidos en el espacio, lo cual despertó su interés. Tras un análisis más detallado por parte de los astrónomos de la NASA, se confirmó que este viajaba a una velocidad hiperveloz de 1,9 millones de kilómetros por hora a través de la Vía Láctea, lo que lo hacía un candidato inusual para el estudio.
La naturaleza de CWISE sigue siendo un enigma. Los científicos de la NASA han propuesto varias teorías para explicar este objeto interestelar. Una teoría sugiere que podría ser un planeta errante, un exoplaneta expulsado de su sistema solar original que vaga por el espacio sin estar vinculado a ninguna estrella. Otra hipótesis considera que podría ser una enana marrón, que ocupa un punto intermedio entre las estrellas más ligeras y los planetas gigantes gaseosos. Sin embargo, la velocidad y la composición no se ajustan completamente a lo esperado para una enana marrón típica.
La Vía Láctea es la galaxia donde se ubica nuestro sistema solar. Foto: EFE
Finalmente, algunos científicos han planteado la posibilidad de que se trate de una estrella hiperveloz. Estas estrellas son extremadamente raras y suelen ser expulsadas de sus sistemas estelares tras eventos violentos, como una supernova o una interacción con un agujero negro. Esta teoría podría explicar la alta velocidad, aunque su composición química sigue planteando interrogantes.
Adam Burgasser, líder del equipo de investigación de la Universidad de California, señaló que esta enana marrón se mueve a una velocidad tan alta que no está vinculada a la Vía Láctea. Aunque el origen de su expulsión es desconocido, lo que impulsa a los científicos a seguir investigando. Una teoría sugiere que podría haber sido expulsada del centro de la galaxia por el agujero negro supermasivo.
"La órbita es, sin duda, el aspecto más sorprendente de este objeto; se mueve radialmente dentro y fuera del centro de la Vía Láctea y casi perfectamente en el plano. La mayoría de las estrellas de alta velocidad que observamos tienen órbitas mucho más caóticas o inclinadas. Creo que esto es una pista real sobre su verdadero origen", han destacado los investigadores.
El descubrimiento tiene importantes implicaciones para la astronomía y el estudio de objetos interestelares. Su velocidad extrema y composición atípica desafían las teorías actuales sobre la formación estelar y la dinámica galáctica. El CWISE J1249+3621 podría ofrecer una oportunidad única para estudiar fenómenos que hasta ahora no se han comprendido completamente, como la evolución de los planetas errantes, las enanas marrones y las estrellas hiperveloces.
Además, este descubrimiento resalta la importancia de la colaboración entre científicos profesionales y astrónomos aficionados. El proyecto "Backyard Worlds: Planet 9" ha demostrado que el análisis detallado de datos por parte de aficionados puede llevar a descubrimientos significativos, ampliando nuestro conocimiento del universo.