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Agencias

La primera ministra danesa reúne a los jefes de partidos tras declaraciones de Trump sobre Groenlandia


larepublica.pe

La primera ministra danesa, Mette Frederiksen, reunió el jueves a los dirigentes de los partidos daneses para informarles de las "medidas adoptadas" tras las declaraciones del presidente electo estadounidense, Donald Trump, de anexionarse Groenlandia, que han causado sorpresa y escepticismo entre líderes europeos.

Trump, que asumirá como presidente el 20 de enero, suscitó incredulidad el martes en Dinamarca al afirmar sus intenciones de anexionarse el territorio autónomo danés, sin descartar una intervención militar.

Trump reiteró desde finales de 2024 sus intenciones expansionistas, asegurando que el control de Groenlandia era "una necesidad absoluta" para "la seguridad nacional" de Estados Unidos y "la libertad en todo el mundo".

En este contexto, la primera ministra danesa decidió reunir a los jefes de los partidos representados en el parlamento danés.

"Reunirnos con los jefes de partido nos permite compartir las medidas que el gobierno ha adoptado estos últimos días", declaró el ministro de Relaciones Exteriores, Lars Løkke Rasmussen, a los periodistas.

Dinamarca no se encuentra en una "crisis diplomática", pero esto no significa que "no podría haber una [...] si las palabras se transforman en actos", estimó el ministro.

"Creo que hay que tomar muy en serio a Trump, pero no necesariamente al pie de la letra", subrayó.

Donald Trump ya puso la mira en Groenlandia en 2019 durante su primer mandato (2017-2021), afirmando querer comprar el territorio, una propuesta que la primera ministra danesa calificó de "absurda".

Groenlandia, de 57.000 habitantes, busca ganar soberanía pero sigue dependiendo financieramente de Dinamarca.

El territorio, donde Estados Unidos tiene una base militar, posee enormes reservas minerales y petrolíferas sin explotar, aunque la prospección de petróleo y uranio está prohibida.

-"En el centro del mundo"-

Los líderes europeos apoyaron rápidamente la soberanía de la isla ártica.

La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, descartó el jueves la posibilidad de que Estados Unidos tome por la fuerza Groenlandia y dijo que sus palabras constituían "más bien un mensaje [dirigido] a (...) otros grandes actores mundiales".

El primer ministro belga, Alexander De Croo, pidió "mantener la sangre fría" ante la multiplicación de las declaraciones polémicas del republicano.

"Una de las lecciones del primer mandato del presidente Trump es que no hay que reaccionar a todo", afirmó.

La jefa de la diplomacia de la Unión Europea, Kaja Kallas, defendió la "integridad territorial y la soberanía" de Groenlandia.

El Kremlin por su parte dijo que sigue "de cerca" la retórica "dramática" de Trump y recordó que el Ártico es una zona de "interés nacional", donde Rusia desea "mantener la paz y la estabilidad".

El Reino Unido evitó condenar las declaraciones del presidente electo.

"No estoy para condenar a nuestro aliado más cercano", dijo el jefe de la diplomacia británica, David Lammy, a Sky News, añadiendo que su tarea "es interpretar lo que hay detrás de esto".

Por su parte, el gobierno del territorio autónomo reafirmó su voluntad de controlar su destino, al tiempo que permanece cercano a su aliado estadounidense.

"Groenlandia pertenece al pueblo de Groenlandia y solo su pueblo decide el desarrollo y el futuro de Groenlandia", insistió el gobierno.

El primer ministro de la isla, Mute Egede, dijo el jueves que el territorio estaba "entrando en una nueva era, en un nuevo año, donde Groenlandia está en el centro del mundo".

La primera ministra danesa debe reunirse el viernes con los representantes de Groenlandia y de las Islas Feroe, otro territorio autónomo danés, en una reunión bianual del reino de Dinamarca.

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