14 de diciembre de 2004: Fidel Castro y Hugo Chávez firman la creación del bloque ALBA, un grupo político que celebra este sábado en Caracas su 20 aniversario en un contexto regional en el que su influencia es cada vez menor.
La cumbre de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) estaba prevista en La Habana, donde se firmó el documento fundacional, pero fue cambiada a la capital venezolana en el pico de una crisis económica que azota a Cuba, con escasez de alimentos y medicinas, así como apagones crónicos que se agudizaron desde octubre.
La agenda del encuentro no es aún pública y por ahora se espera la participación del presidente anfitrión Nicolás Maduro, su par cubano, Miguel Díaz-Canel, el boliviano Luis Arce y Daniel Ortega de Nicaragua, así como los gobernantes de los otros siete países miembros, todas pequeñas islas del Caribe.
Los primeros en llegar a Venezuela el viernes por la noche fueron el presidente Díaz-Canel y el primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves.
"Son tiempos de unidad y coordinación totales", escribió en redes sociales el secretario del ALBA y excanciller de Venezuela, Jorge Arreaza, que adelantó "sorpresas" en la cumbre.
Un consejo de movimientos sociales se reunió el viernes previo a la cumbre para presentar "propuestas para los presidentes y jefes de Estado de la alianza", según una nota del bloque.
La última cumbre presencial del bloque fue en abril en Caracas.
La ALBA nació de la mano de los fallecidos líderes socialistas Castro y Chávez, entonces en el poder en Cuba y Venezuela, en respuesta al fallido proyecto de Estados Unidos para crear el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA).
"Es el proyecto alternativo para el proyecto perverso del ALCA que se nos quiere imponer hace tantos años, ¡el ALCA ha muerto!", exclamó Chávez en aquel momento.
Ese 14 de diciembre ambos celebraban ya 10 años de amistad militante, que se extendió hasta la muerte en 2013 del expresidente venezolano, quien se trató en Cuba el cáncer que lo aquejaba.
Maduro tomó el poder ese año, pero Venezuela rápidamente perdió influencia en la región en medio de una severa crisis política, entre sanciones y aislamiento internacional, y económica, que llevó a la migración de más de siete millones de personas.
"El ALBA como bloque ha perdido mucha fuerza en los últimos 10 años", explicó a la AFP el internacionalista venezolano Iván Rojas, profesor de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB).
"Chávez intentó que el ALBA fuera una organización más amplia de aquello que efectivamente logró ser, con un carácter más teológico", coincidió Carol Pedroso, profesora de la Universidad Federal de Sao Paulo y especialista en América Latina.
La ALBA la integran actualmente Venezuela, Cuba, Bolivia y Nicaragua, además de Dominica, Antigua y Barbuda, San Vicente y las Granadinas, San Cristóbal y Nieves, Grenada y Santa Lucía. Siria, Haití y Surinam aparecen como invitados.
"En su momento tenía también a Ecuador y Honduras, que hoy no están", destacó Rojas. "Ninguno de los socios del ALBA, excepto Bolivia, tiene una economía ni remotamente comparable con la de Venezuela".
"Siempre fue una alianza para que Venezuela pudiera ejercer su influencia en otros espacios", añadió.
El bloque emite comunicados con regularidad en defensa de Maduro, pero también de Cuba y Nicaragua, y en contra de Estados Unidos y la guerra en Gaza.
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