¿Cuál es el mejor suelo para construir tu vivienda?
La elección del suelo para construir una vivienda es crucial, ya que influye en la seguridad y estabilidad de la edificación, así lo indican expertos en construcción.
Elegir el lugar adecuado para construir es fundamental, no solo por la ubicación, sino también por el tipo de suelo. Al construir una vivienda implica realizar un estudio de suelos previamente para así garantizar la resistencia de la edificación. El ingeniero Raúl Estacio, Responsable de Obra en GBS Internacional Trading, remarca que “en un suelo pantanoso no se puede construir porque existe un nivel freático alto. Hay presencia de agua y esta corroe al acero y baja la capacidad portante del terreno”.
“Un buen estudio de suelo permite diseñar y construir edificios seguros y con un costo adecuado. Para ello hay normas”, recomendaba el ingeniero Julio Kuroiwa. Construir bien significa edificar con responsabilidad. La elección del mejor suelo para construir una vivienda es crucial y depende de varios factores, como la ubicación geográfica, el clima, el tipo de construcción y el presupuesto. Generalmente, los suelos más adecuados para construir son aquellos que son:
- Cohesivos: esto significa que las partículas del suelo se adhieren entre sí, proporcionando mayor estabilidad.
- Duros: suelos que ofrecen resistencia y no se deforman fácilmente.
- Resistentes: capaces de soportar las cargas de la construcción sin comprometer su integridad.
Dentro de esta categoría, destacan los siguientes tipos de suelo:
- Suelos rocosos: son los más estables y seguros, ya que ofrecen una base sólida y duradera.
- Suelos granulares: compuestos principalmente por arena y grava, son muy estables y permiten un buen drenaje.
- Suelos arcillosos: aunque pueden expandirse o contraerse con los cambios de humedad, son adecuados si se toman las precauciones necesarias en la cimentación.
¿Por qué estos suelos son los mejores?
- Estabilidad: ofrecen una base sólida para la construcción, reduciendo el riesgo de asentamientos o grietas.
- Durabilidad: son resistentes a las inclemencias del tiempo y a los movimientos del suelo.
- Facilidad de construcción: permiten realizar cimentaciones más sencillas y económicas.
¿Qué suelos se debe evitar?
- Suelos orgánicos: como turbas o humus, son muy compresibles y no ofrecen una base sólida.
- Suelos expansivos: con alto contenido de arcilla, pueden expandirse o contraerse con los cambios de humedad, causando daños en la estructura.
- Suelos con alto contenido de agua: pueden provocar problemas de humedad en la construcción y afectar la estabilidad de los cimientos.
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Recomendaciones
Realizar un estudio de suelo: antes de iniciar cualquier construcción, es fundamental realizar un estudio geotécnico para conocer las características del suelo y determinar el tipo de cimentación más adecuado.
Consultar a un ingeniero civil: un profesional te asesorará sobre el mejor diseño y construcción de tu vivienda, teniendo en cuenta las características del suelo y las normativas locales.
En resumen, la elección del suelo ideal para construir tu vivienda es una decisión importante que debe tomarse en conjunto con un especialista. Al considerar los factores mencionados anteriormente, podrás garantizar la seguridad y durabilidad de tu hogar.