Las razas llegadas a partir de 1493 están a punto de desaparecer gracias a los cerdos industriales que desplazan a las razas autóctonas en todo el planeta.,Durante el segundo viaje de Cristóbal Colón a América en 1493, llevó 17 barcos con 1.500 colonizadores que iban a transformar América para siempre, con animales como caballos, vacas, ovejas, cabras y cerdos. Con su llegada muchas tierras se convertirían en granjas para alimentar a los colonos. PUEDES VER: Historias de cipermetrina y camarones en Calango Hoy en día hay huella genética de estos primeros animales en los cerdos criollos, según explicó el genetista Óscar Cortés, de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid, en una entrevista en el diario El País. Cortés pertenece a una asociación surgida en la Universidad de Córdoba y dedicada a la conservación de la biodiversidad de los animales domésticos en Iberoamérica. Sus miembros, procedentes de multitud de centros de investigación a ambos lados del Atlántico, han creado una gigantesca base de datos genética de razas criollas, españolas y portuguesas; animales como el cerdo pelón mexicano, derivado de las razas españolas llevadas hace 500 años. Si se priorizan las razas alejadas entre sí, para mantener una mayor diversidad genética, habría que conservar por ejemplo la estadounidense mulefoot, llamada así porque los cerdos tienen pezuñas que recuerdan a cascos de mula; o la variedad manchado de Jabugo, oficialmente en peligro de extinción en España. Las razas industriales de cerdo blanco, según los expertos, están desplazando o diluyendo con cruces a las razas autóctonas en todo el mundo. Es decir, se estarían perdiendo siglos de adaptación. ¿Hasta cuándo?