Huaranguillo, un lugar con 'brujas' al sur del país: ¿dónde se ubica y por qué se le conoce así?
El historiador Arturo García Salazar nos comenta cómo se podía identificar a una 'bruja', entre las mujeres más bellas del lugar.
El centro poblado de Huaranguillo es un lugar que se ha hecho conocido por albergar brujas, pero no a las mujeres que vestían de negro y tenían la nariz puntiaguda con verrugas, sino que se ha popularizado por tener una olla para cocinar los más ricos potajes.
¿Dónde se ubica Huaranguillo, el lugar con las 'brujas' más hermosas del país?
El centro poblado de Huaranguillo se sitúa en el distrito de Sachaca, en la provincia y región de Arequipa.
¿Por qué se sabía que una mujer era 'bruja' y de porque se le conoce como Huaranguillo?
De acuerdo al historiador Arturo García Salazar, una 'bruja' siempre tenía una picantería y en medio del patio de su casa había un árbol de huarango.
Comentó que los primeros pobladores que llegaron a Sachaca eran de España, quienes tenían leyendas de brujas que cuidaban la naturaleza, y esas mujeres convivían con la gente del pueblo y preparaban comida típica de la zona.
“La idea de llamar bruja a la mujer más hermosa la trajeron los habitantes del Curato del Tío Viejo, antiguamente el nombre del distrito de Sachaca, quienes eran descendientes de andaluces en España. En Andalucía, tienen las mismas costumbres de brujas, las mismas que atendían en las tabernas y, al trasladarse y colonizar a Arequipa, llegaron con hermosas mujeres que pusieron sus picanterías para la venta de chicha. Por eso que las mujeres de Sachaca eran muy reconocidas por su belleza”, agregó.
Arturo García relata que las historias de las brujas están asociadas a la planta del huarango, un árbol espinoso de hojas finas y flores amarillas, que puede vivir más de 1.000 años y sobrevivir en lugares agrestes con poca agua.
En la antigüedad se creía que toda bruja tenía su picantería y su planta de huarango, porque en las noches la hechicera era fácil salir a volar, pero difícil regresar o aterrizar, por ello usaba el árbol espinoso para engancharse, enredándose de sus cabellos en las ramas, por eso decían que las mujeres tenían la cabeza chascosa porque tenían el cabello esponjado.
En el Huaranguillo abundaba el árbol de huarango, pero actualidad solo queda uno, que tiene más de 100 años y está en peligro de extinción