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Ciudadanos de provincias de Puno retoman paro indefinido

No hay marcha atrás. La renuncia de Dina Boluarte es una exigencia innegociable en Puno. Pobladores además piden el retiro del Ejército de la zona sur de la región. Comerciantes se suman a huelga.

El puente de Ilave fue reabierto solo por dos días. Foto: difusión
Foto: difusión

El panorama que vive la región Puno es de tensa calma. Las huelgas por la renuncia de Dina Boluarte continúan. El viernes se acordó flexibilizar las protestas para que la ciudadanía se abastezca de alimentos, pero serán retomadas el lunes 13 y martes 14 de marzo de manera indefinida.

La vía Puno-Moquegua, en la jurisdicción del distrito de Laraqueri, se abrió este sábado y domingo para que puedan pasar los vehículos que transportan distintos productos. Además de la dimisión de la mandataria, la población exige el retiro del Ejército que desde la quincena de enero se instaló en la cancha de toros, en el sector de Cruz Pata, a un costado del reservorio de agua.

Estos señores, cuando salen a trotar, entonan cánticos antiterroristas en clara alusión a quienes estamos en protesta. Ofenden. Han utilizado los alrededores del reservorio de agua como letrina, y encima hacen disparos al aire para amedrentarnos. Los militares tienen que irse. Para hacer nuestras vidas no hemos necesitado de uniformados”, aseguró el dirigente Víctor Chipana.

El sábado, en Ilave, los dirigentes desbloquearon el puente internacional para que la ciudadanía se abastezca de alimentos y se desarrolle la actvidad comercial entre todas las provincias de la zona sur. Señalaron que la medida de fuerza también estará dirigida a desmentir el comunicado del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas (CCFFAA) sobre las circunstancias de la muerte de los seis soldados en el río Ilave el pasado 5 de marzo.

“El Gobierno y sus mandos militares deben saber que nos han ofendido al emitir un comunicado con mentiras. Los soldados entraron al agua porque su jefe les ordenó, incluso hubo disparos previamente. Nadie los atacó en ese momento. El mayor Josué Frisancho Lazo era un abusivo y tenía a los soldados sin comer. Si hubo problemas, fue por él”. aseguró Claudio Quispe Hilari, dirigente de la zona alta de Ilave.

Ilave en protesta

Las comunidades hicieron su propia investigación sobre lo sucedido aquel fatídico día. Recabaron varias versiones para desacreditar la versión oficial. Los convocados les contaron lo que sucedió. Hubo recabo de video y fotografías.

“La situación que lo único que está provocando es que la ciudadanía se enardece cada vez más. Los militares quieren limpiar su ineficiencia con nosotros. Y eso no lo vamos a aceptar. Los militares se tienen que ir”, dijo a La República Víctor Calisaya, coordinador del comité de lucha de la zona alta de Ilave.

Comerciantes a paro

En la ciudad de Puno, los comerciantes también volverán protestar cerrando mercados. Los transportistas también se sumarían a la medida de fuerza.

“Creen que nos vamos a rendir. Este gobierno tiene que irse. Podrán lanzar nuevas estrategias, pero no van a poder lograr la reconciliación, ni que retrocedamos después de 21 civiles muertos y seis soldados ahogados”, dijo Catalina Vilca, comerciante del mercado Laykakota.

En Juliaca, por acuerdo, establecieron que continuarán las marchas y el cierre de vías en varios puntos de la ciudad por manifestantes. “Estamos en una lucha política y no queremos ayuda del gobierno. Tampoco hay diálogo. Serán echados, como fue echada la Fiscal de la Nación”.

El panorama será similar en Huancané, Melgar, Azángaro, Putina, entre otras localidades de la zona sur y norte del altiplano puneño.

No aceptarán ayuda del gobierno

Las comunidades aimaras y quechuas acordaron que no aceptarán ningún tipo de ayuda que envíe el gobierno, en el marco de la campaña Con Punche Puno.

Precisaron que su posición es política y no por exigencia social. “No queremos nada. La ayuda que llegó está en el cuartel. Pero nadie aceptará. Aun cuando hagan lo que hagan. Acá tenemos dignidad y patriotismo y no nos vendemos por ofrecimientos. Nuestra lucha es política”, dijo Francisco Apaza, dirigente de barrios de Juliaca.