Un poemario cada tantos años. Falso politólogo. Periodismo todos los días. Natación, casi a diario. Doctor por la UNMSM. Caballero...
Quizás la Inteligencia Artificial ya podría decirnos desde ahora qué porcentaje de malandrines será elegido de entre el carmontón de los actuales candidatos, y cuáles serán esos. Que sepamos, nadie ha hecho la prueba todavía. Lo único parecido es el altísimo porcentaje de votantes que no quiere tener nada que ver con la elección que viene. Inteligencia natural.
No hay duda que malandrines va a haber, y algunos hasta conectados con grandes malandros. Un puñado de ellos ya está siendo atajado tentativamente por los jurados electorales, pero para eso tienen a sus abogados. Son personas con el insólito derecho a que su deshonestidad se vaya descubriendo y/o confirmando de a pocos, una vez elegidos por el pueblo soberano.
Se considera sensato dar por sentado que una parte de los elegidos en abril será la viva imagen de los que desacreditan al actual Congreso. Algún cínico ha dicho que también ellos son representativos. Pero por momentos da la impresión que hay una cuota de deshonestidad nacional sobrerrepresentada en la política.
Ya es tarde para impedir, en el nuevo ciclo electoral, el ingreso de elementos de la delincuencia, directa o por interpósita persona, a los cargos públicos, electivos o no. No es algo que se pueda resolver con una desesperación de última hora, y hoy ni esa desesperación tenemos. Suele considerarse ese ingreso como el tipo de problema que se va a resolver más adelante. ¿Cómo? ¿Mediante la cacería a algunos de los hombres más poderosos del país?
¿Qué se ha logrado en este terreno? Por lo menos han sido cinco años de aprendizaje. No sobre cómo votar, sino sobre cómo detectar al pillo una vez que ha llegado al poder. Un arte melancólico, es verdad, pero de obvia utilidad. El próximo año veremos cuánta utilidad tiene para limpiar un poco los establos de la plaza Bolívar.
Mucho dependerá de cómo se alinean las fuerzas desde el 2026. Un grupo de senadores particularmente eficaz y honrado puede significar mucho para la marcha del Poder Legislativo. Sobre todo para enfrentar a los partidos que actúan sin reparos al lado de la corrupción. Aunque en este parlamento no hubo David y Goliat, sino solo debilidades atemorizadas.
Pero no sigamos, que José Jerí es capaz de declarar las elecciones mismas en emergencia.

Un poemario cada tantos años. Falso politólogo. Periodismo todos los días. Natación, casi a diario. Doctor por la UNMSM. Caballero de la Orden de las Artes y las Letras, Francia. Beca Guggenheim. Muy poco X. Cero Facebook. Cero Instagram, cero TikTok. Poemario más reciente: Chifa de Lambayeque (Lima, Personaje Secundario, 2024). Próximo poemario será la quinta edición de Sobrevivir. Acaba de reeditar el poemario Los asesinos de la Última Hora (Lima, Cepo para Nutria, 2025).