Un poemario cada tantos años. Falso politólogo. Periodismo todos los días. Natación, casi a diario. Doctor por la UNMSM. Caballero...
Miguel Torres, el seguidor de Keiko Fujimori, le ha deslizado al público una deliciosa frase: “Ella no está candidateando por la obtención de poder”. ¿Entonces, para qué está candidateando? Damos aquí una poco seria lista de posibilidades alternativas.
Para establecer un récord: cuatro candidaturas presidenciales derrotadas al hilo. Récord de persistencia y récord de riesgo. Si no llega a Palacio, Fujimori se lanzará a su quinta candidatura y seguirá administrando una bancada para presionar al Ejecutivo.
Para avanzar en la competencia con su padre: un cartelón de la nueva precandidatura dice que “vuelve Fujimori”, un evidente juego de palabras, posible ahora que el padre no puede protestar. La idea es vestirse con los méritos de una presidencia que comenzó hace 35 años (y que acabó mal).
Para distraer de la fuga de Alberto Fujimori, 2000: tantas recurrentes candidaturas son una manera de siempre estar presente (i.e., no fugada) en el escenario histórico de Palacio. Con tanto empeño nadie puede acusar a este Fujimori de fugar; más bien hay un efecto lapa con la presidencia.
Para lucirse en las fotos de campaña: una competencia electoral es la mejor pasarela del Perú, donde todo es ofrecer y no hay reclamos ni reproches, y se lucen los chachás. Son muchos los candidatos que han sido indiferentes a la “obtención de poder”; lo que les ha atraído es el vacilón de los tabladillos.
Para tener algo que hacer: esperar una candidatura ha sido el principal empleo de la hija de Fujimori a lo largo de decenios. Hubiera sido frívolo rechazar una pega tan buena como esa. Los amigos que la rodean se lo han recordado todo el tiempo (“Piensa en tu padre, todo lo que hizo”).
Para demostrar altruismo & paternidad: acaso la frase de Torres tiene un sentido oculto. Este sería que Fujimori no quiere el poder para ella, sino para la discretísima cúpula de Fuerza Popular, que ha venido ejerciendo el poder a través del Congreso.
Para saciar una moderada adicción a la peliculina: esto es algo desarrollado desde lejanos tiempos, cuando la familia entera era el blanco de la atención pública. El problema es que con los decenios se ha ido produciendo una sobreexposición frente al electorado. De otro modo, no se explican las bajas cifras de intención de voto.

Un poemario cada tantos años. Falso politólogo. Periodismo todos los días. Natación, casi a diario. Doctor por la UNMSM. Caballero de la Orden de las Artes y las Letras, Francia. Beca Guggenheim. Muy poco X. Cero Facebook. Cero Instagram, cero TikTok. Poemario más reciente: Chifa de Lambayeque (Lima, Personaje Secundario, 2024). Próximo poemario será la quinta edición de Sobrevivir. Acaba de reeditar el poemario Los asesinos de la Última Hora (Lima, Cepo para Nutria, 2025).