Un poemario cada tantos años. Falso politólogo. Periodismo todos los días. Natación, casi a diario. Doctor por la UNMSM. Caballero...
Cuando Dina Boluarte dejó el gobierno, tenía menos de 5% de aprobación (3% en algunos sondeos), y el Congreso iba más o menos por allí. En tales circunstancias, ¿qué votación podría obtener en abril próximo gente identificada con ese gobierno? Algunos figurines ya se han lanzado, convencidos de sus propios discursos y confiados en la amnesia política del público.
Además, hay partidos políticos dispuestos a acoger a este tipo de personas, no se entiende bien en virtud de qué, o persiguiendo qué objetivos. Suponemos que los boluartistas algo tienen para aportar a un fondo de campaña. Llegan a la competencia buscando sobre todo inmunidad, a partir de la cual lo demás viene por añadidura.
Cuando todas las candidaturas estén definidas, estas aspiraciones que vienen del boluartismo, e incluso del castillismo, van a merecer algunas encuestas específicas. Lo cual, de paso, reforzará la lista de los indeseables por los que no convendrá votar; así se evitará que se repita en parte el actual Congreso rechazado y los pobres gabinetes.
¿Cuántos de los boluartistas ansiosos de curul se van a tomar fotos con su antigua jefa? Quizás algún despistado. Pero la consigna en ese club es alejarse de ella todo lo posible. Sobre todo, nada de hermano Nicanor y su partido. En el álgebra de los anticuchos, mejor es ir separados que juntos. Como decía un sabio griego, “pan con pan no pega”.
Un seguidor de Pedro Castillo tendría más oportunidad de entrar al Legislativo que un exministro de Boluarte. El estulto Castillo es visto cada vez más como víctima de un golpe del Congreso (además de ser víctima del suyo propio). En cambio, sobre Boluarte se amontonan todas las críticas, y su caída todavía estará fresca en abril.
En todo caso, entre los candidatos mejor ubicados en estos días no hay nadie que haya tenido un rol en el gobierno de Boluarte. Las próximas encuestas mostrarán cómo opera el efecto de contagio estadístico. Los plazos no son los suficientes como para que el electorado haya olvidado a los personajes que acompañaron a la entonces presidenta.
Vemos que el partido de Acuña ya ha recogido a un prominente alfil de Boluarte. ¿Por qué y para qué? ¿Pago de viejos favores que han dejado un rastro de papel? ¿Convencimiento de que rodearse de impresentables lo hace a uno más presentable?

Un poemario cada tantos años. Falso politólogo. Periodismo todos los días. Natación, casi a diario. Doctor por la UNMSM. Caballero de la Orden de las Artes y las Letras, Francia. Beca Guggenheim. Muy poco X. Cero Facebook. Cero Instagram, cero TikTok. Poemario más reciente: Chifa de Lambayeque (Lima, Personaje Secundario, 2024). Próximo poemario será la quinta edición de Sobrevivir. Acaba de reeditar el poemario Los asesinos de la Última Hora (Lima, Cepo para Nutria, 2025).