Lima, 1981. Director de Investigación de la Universidad Científica del Sur. Médico sanfernandino, investigador RENACYT, docente universitario, editor científico, acuarófilo, papá gatuno y compañero de vida de Daniel. Cuenta con más de 100 publicaciones científicas en Scopus, miembro del Comité de SciELO Perú.
Esta semana SUNEDU liberó el ranking de universidades correspondiente al cuarto informe bienal, los previos fueron el 2018, 2020 y 2022. Este debió salir el 2024 (por ley) y aún falta conocer cuáles son los indicadores utilizados lo que ha generado controversias.
En columnas previas he explicado que todos los rankings universitarios privilegian los indicadores de investigación, pues una función esencial de la universidad es la de generar conocimiento científico que ayude a resolver problemas de su sociedad y de esta forma generar cambios en su entorno y mejora de productos para el mercado.
También he informado que existen malas prácticas de algunos investigadores entre los que se encuentran la compra y venta de artículos científicos alrededor de empresas que se dedican a este negocio denominadas “fábricas de manuscritos”, las cuales han sido detectadas en todo el mundo y también en Perú.
Es en ese contexto que este año apareció el Research Integrity Risk Index (https://sites.aub.edu.lb/lmeho/ri2/) una iniciativa que permite evidenciar a aquellas instituciones que buscan crecer en los rankings pero que tienen malas prácticas. Tiene 3 indicadores: 1) Publicación en revistas que fueron excluidas de las bases de datos por malas prácticas de la revista, lo que llamamos revistas predadoras que cobran por publicar pero que no tienen una real evaluación de calidad.
2) Retractaciones, que es cuando una revista retira un artículo ya publicado porque encontró malas prácticas como plagio, manipulación de datos, problemas éticos, fabricación, entre otros. Y 3) Autocitaciones, es decir, cuando se eleva el impacto del investigador/institución a partir de citarse ellos mismos. Si bien hay márgenes válidos, un exceso es una mala práctica.
Para construir este listado que lo llaman algunos el antirranking o ranking de la vergüenza, incluyeron a las dos mil universidades con mayor producción científica del mundo. Las ordenaron por el puntaje de las malas prácticas, y las clasificaron en cinco grupos: (a) Bandera roja: riesgos de malas prácticas sistemáticos, (b) Alto riesgo: desviación significativa de las practicas globales, (c) En observación: (d) Variación normal, y (e) Bajo riesgo.
En Perú, por su alta producción científica en los años 2023 y 2024 en artículos originales o de revisión solo calificaron cinco instituciones para ser evaluadas: UNMSM con 2101 artículos), UCV con 1399, Científica del Sur con 1299), PUCP con 1215 y UPCH con 1166).
De las cinco instituciones peruanas Científica tiene el menor puntaje y UPCH en la categoría bajo riesgo, UNMSM en observación y tanto UCV como PUCP con alto riesgo.
Particularmente, UCV está en el top tres mundial de estas 2000 evaluadas como las que tienen mayor porcentaje de artículos publicados en revistas predadoras que fueron expulsadas de las bases de datos con 17,7%.
En el caso de PUCP aparece como la quinta universidad de Latinoamérica con el mayor porcentaje de retractaciones con 1,6%. Recordemos que fue un estudiante de posgrado de PUCP el que formó parte de la red de venta de artículos científicos y esos artículos están siendo retractados.
Sin embargo, cuando hemos analizado el indicador de publicación en revistas predadoras en todas las universidades peruanas, hemos detectado que UCV no está siquiera en el top ten peruano, la superan universidades públicas y asociativas, solo que estas no publican tanto como para haber entrado en este antirranking.
Finalmente, se debería generar un consenso con participación de expertos sobre los indicadores que debe medir el ranking SUNEDU, aquellos que realmente reflejen el quehacer y calidad de la universidad peruana, que orienten la gestión y que no se cambien en cada versión según decisión de cada nuevo consejo directivo, pues no le da predictibilidad ni seriedad al ranking. Con seguridad deben considerar que las publicaciones con malas prácticas no sean incluidas o sean penalizadas, pues existen en todas las instituciones, en menor o mayor medida, algunos investigadores que las cometen.

Lima, 1981. Director de Investigación de la Universidad Científica del Sur. Médico sanfernandino, investigador RENACYT, docente universitario, editor científico, acuarófilo, papá gatuno y compañero de vida de Daniel. Cuenta con más de 100 publicaciones científicas en Scopus, miembro del Comité de SciELO Perú.